Noelia Marzol, sincera sobre la maternidad: “Pensé que sería una madre relajada y hoy llamo al médico por cualquier cosa”
La bailarina habló de sus miedos y de su regreso al trabajo. Además, se refirió al rol de su marido como papá.
Noelia Marzol se convirtió en mamá de Donatello el 23 de mayo pasado, cuando el pequeño decidió adelantarse y nacer antes de lo previsto. Por ese motivo, Doni, como lo llaman cariñosamente, debió permanecer algunos días en neonatología. Por eso y porque, aunque los profesionales creían que la bailarina transitaba la semana 36 de embarazo, luego del parto notaron ciertas características que les hicieron darse cuenta de que en realidad cursaba la semana 34.
Ahora, la actriz dialogó con Teleshow y aseguró que el paso por “neo”, “tiene sus pro y sus contras”. Y a continuación detalló: “Es súper angustiante, pero también te enseñan a organizarte. Y despejan todas las dudas que podemos tener como padres primerizos. Llegamos a casa con un master”. Marzol recuerda que por aquellos días de su hijo en neo, ella y su marido, el futbolista Ramiro Arias, decidieron no regresar a su casa -”volver solos era horrible”- y se quedaron en lo de su madre que, además, quedaba más cerca del centro médico al que iban a diario para ver a Doni.
“Volver los tres juntos a casa fue hermoso”, destaca la actriz sobre el momento en que su hijo recibió el alta, y resalta que lo más lindo fue “agarrar a Doni en cualquier momento”. Ocurre que en neo la mamá y el papá solo podían alzarlo en determinado momento y habiendo pedido un permiso previo a las enfermeras a cargo.
Ya en su hogar, Noelia y Ramiro se supieron organizar de inmediato. “La crianza la hacemos a la par y eso hace que sea mucho más ameno”, sostiene la bailarina que describe a su marido como un padre “súper cariñoso”: “A veces le tengo que decir que me deje hacer algo más que amamantarlo porque él lo duerme, le cambia los pañales, nos cocina”.
“Yo pensé que iba a ser una madre súper relajada, que no iba a estar tan pendiente, que iba a poder llevar una vida con más naturalidad y desde que nació no puedo dejar de mirarlo. Todo me preocupa, llamo al médico por cualquier cosa. Son miedos de madre primeriza, pero te mata la ansiedad, no puedo ni esperar un horario prudente para consultar. Necesito saber todo ya”, agrega Noelia.
Con respecto a la elección de llamar Donatello a su hijo, le sucedió algo similar. Antes de saber que estaba embarazada, tenía una lista de posibles nombres. Sin embargo, el que finalmente le puso a su bebé -sostiene- simplemente cayó un día. “Ni siquiera me acuerdo si lo escuché o lo leí en algún lado”, recuerda. Cuando se lo comentó a su marido, al principio el futbolista consideró que era “polémico”. Y con el tiempo logró convencerse. “Ahora lo vemos y no puede tener otro nombre. Incluso ya es Doni, no Donatello”.
El futbolista de Quilmes entrena a diario por la mañana y regresa al mediodía. Ella, en tanto, volverá a trabajar a Sex, la obra de José María Muscari. “Empecé a ir a algunos programas de televisión para ir adaptándome porque es jodido dejar a Doni en casa -admite-, pero en algún momento hay que arrancar. Y hacer teatro es algo que me produce placer, me divierte. Además, son solo los viernes y sábados un par de horas”, dice quien se describe como “entusiasmada” por los nuevos desafíos que propone el espectáculo.
“Rami ya me está echando de casa más o menos. A él le gusta la idea de quedarse los dos solos y tener su tarde de chicos”, continúa quien también responde a algunas críticas que recibió desde que anunció su regreso a la actividad laboral: “No dicen nada de que el padre volvió a entrenar, siempre hacen de nosotras”.
“Además, lo hablé con el pediatra y me dijo que no hay problema. Estoy súper habilitada”, agrega Noelia Marzol y detalla que con el tiempo aprendió a dejar pasar los comentarios sobre cómo llevar la maternidad: “Todo el mundo opina pero no sabe cómo son las cosas en nuestra vida. Dicen cómo vestirlo, cómo alimentarlo”. En tanto, solo ella y su marido saben cómo criar a su hijo de la mejor manera para brindarle todo el amor, contención y afecto que necesita Donatello.
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