“No me van a quebrar”: las últimas palabras de César Milani antes de la sentencia en el juicio por torturas y desaparición
Acusado por los secuestros y torturas de Pedro Olivera y su hijo Ramón, en 1977, el ex jefe del Ejército kirchnerista aseguró que está “tranquilo” porque lo asiste “la verdad y la razón”.
En la jornada final del juicio por delitos de lesa humanidad que fueron cometidos durante la última dictadura militar en La Rioja, su principal acusado, el ex jefe del Ejército kirchnerista, César Milani, apeló a la "honestidad y la soberanía" de los jueces para dictarle un veredicto absolutorio. "Estoy de pie, no me van a quebrar, sigo creyendo en una Patria Grande", dijo y agregó que se siente tranquilo porque lo asisten "la verdad y la razón".
"Creo firmemente en Dios, que algún día juzgará nuestros actos. Por eso estoy tranquilo, vistiendo con orgullo el uniforme de la Patria. Seguro de que me asiste la verdad y la razón. Espero que a partir de hoy también la Justicia, con un veredicto de absolución que reivindique mi buen nombre de honor, así como el de mi familia que ha sido siempre mi sostén", expresó el militar frente al Tribunal Oral Federal de La Rioja.
La semana pasada, la Fiscalía solicitó que se lo condene a 18 años de prisión, acusado junto a otros doce imputados por los secuestros y las torturas sufridas por Pedro Olivera y su hijo Ramón durante la dictadura militar (1977), en la provincia de La Rioja.
En tanto, la semana anterior, la querella de la familia de Pedro y Ramón Olivera había pedido una condena de 20 años de prisión a Milani, y que se aplicara la misma sanción para el ex juez federal Roberto Catalán y una de 12 años de prisión al teniente Alfredo Santacrocce.
Los hechos por los que se acusa a Milani sucedieron cuando el ex jefe del Estado Mayor General del Ejército revistaba como subteniente en el Regimiento 141 de Ingenieros con asiento en esa provincia.
"A pesar de todas las difamaciones, calumnias, injurias. De la injusta detención y proceso, del ataque sistemático de los poderes fácticos estoy de pie, no me van a quebrar, sigo creyendo en una patria grande, justa, libre, soberana. Y también sigo creyendo que en esta patria hay jueces justos y honorables", refirió en otro pasaje de su acotada alocución.
No fue la primera vez que Milani se expresó frente al tribunal. De hecho, en una oportunidad anterior llegó a quebrarse en plena declaración.
Fue en el momento en que se dirigía a los familiares de Olivera, a quienes les aseguró sentir un "profundo dolor por todas las víctimas del gobierno militar. Le quiero expresar mi solidaridad", sostuvo. Y deslindó responsabilidades en sus jefes de entonces, que eran quienes daban las órdenes.
En sus últimos minutos de exposición durante el juicio en su contra, el militar no omitió referirse al "estado actual" del Ejército Argentino.
"Vemos hoy otra vez un Ejército de rodillas, desarticulado, desmembrado, sin equipamiento con la recuperación de capacidades paralizada. Lejos del pueblo y cumpliendo roles y objetivos secundarios que le interesan a potencias extranjeras y poco tienen que ver con los grandes intereses nacionales y la soberanía de la patria", espetó.
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