No hay peor sordo, que el que no quiere oír
Por Lorena Lalín. Cristina irrumpió anoche en pleno horario central para dar otra cadena nacional. Sólo ganó críticas y enojos mediante redes sociales y cacerolazos. Si la idea es acercarse al pueblo, que cambie urgente de asesor.
Por Lorena Lalín
@lorelalin
llalin@diarioveloz.com
Anoche, en pleno horario central, nuevamente Cristina interrumpió intempestivamente para brindar una cadena nacional. Una cadena que simplemente intentó brindar un discurso autoritario, y que sólo ganó críticas y enojos en la ciudadanía mediante redes sociales y cacerolazos. Si la idea es acercarse al pueblo, que cambie urgente de asesor.
En pleno prime time, mientras todos cenaban, apareció Cristina. Una vez más, en un discurso que no justificaba una cadena nacional, con un mensaje grabado, la Presidente de la Nación eligió imponerse nuevamente ante la ciudadanía para brindar su mensaje. Mensaje que en el mismo momento le jugó en contra. Mucha gente migró al cable, otros se quejaron en las redes sociales y algunos más decidieron salir a la calle a hacer un cacerolazo. Una jugada que no le salió bien.
Viendo el día después, vuelvo a preguntarme quién la asesora. Si la idea es brindar un discurso para contrarrestar un fuerte rumor que se está instalando en la sociedad. Si el motivo es poder llegar a la mayoría de la gente para dar otra versión de los hechos (en este caso del tema de importaciones) por qué hacerlo en el único momento donde todos disfrutan de la paz del hogar, del entretenimiento, del instante donde se sale de la rutina laboral o cotidiana.
No era el mejor instante para hablarle a la gente. No era la mejor decisión cortar los programas masivos de televisión, imponer ser visto cuando la imposición sólo sirve para que el otro se escape más fácilmente. ¿Creyeron que así se podía dar un mensaje claro? No. Así sólo le dan un punto a favor a la oposición que la critica por el no diálogo del gobierno nacional.
Si las consecuencias son más reacias que positivas, ¿no será hora de cambiar de asesores? ¿O será que Cristina no se deja asesorar, y sólo se escucha así misma?