¿No están grandes? Tatuadas en la tercera edad
Ellas tienen entre 60 y 80 años y decidieron tatuarse a pesar del "que dirán" y los prejuicios.
Para los tatuajes ya no hay edad. La tendencia de pintarse el cuerpo ya no es exclusiva de la gente joven. Un grupo de mujeres de más de 60 también se animó a la tinta con agujas.
De Villa Lugano, las cinco mujeres tienen entre 60 y 80 años de edad para demostrar que para ciertas cosas no se es nunca grande.
"Me parecía una locura, no me gustaba. El tiempo me mostró que estaba equivocada. A los 62 años me hice el primer dibujo y ya tengo tres", dijo María a Perfil, ella tiene cuatro estrellas y una flor en la muñeca, cada estrella simboliza a sus nietos varones y la flor a su nieta mujer. También tiene una letra "A", en honor a su madre, Amalia.
Marta, de 80, también tiene una letra "A" por su marido Antonio, que murió y de ésta forma "siempre está con ella": "Quizás mis nietos me digan que estoy loca pero es lo que quise hacer".
Ana, de 70, está planeando su tatuaje también: "Una amiga me pidió que la acompañara a tatuarse. Lo veía como algo extraño, no me gustaba para nada, pero luego de esa situación lo pensé y me pregunté por qué no me voy a tatuar yo. Entonces lo hice. Un trébol y una vaquita de San Antonio, uno en cada hombro; el próximo será un colibrí en la espalda"-
"Hay menos tabú y menos miedo. Ayudó mucho los programas tipo reality de locales de tattoo como Miami Inc., donde se ve a los artistas y sus clientes. Además muchos de los mayores vienen acompañados por sus nietos y termina siendo un momento familiar", dijo Diego, el tatuador.
Por su parte, Jorge Tarditi, psicólogo, explica: "Es importante animarse a cuestionar o dejar de lado los juicios previos. El tatuaje es una intervención real en el cuerpo que implica dolor y produce una marca que se supone perenne, se impone la pregunta sobre cuál es la función de esa marca para quien decide generarla en su cuerpo, aunque la respuesta será diferente en cada sujeto".