¿No era que en Chile estaba todo bien?
Por "Chiche" Gelblung. Los argentinos miramos la televisión, leemos los diarios. Y saben que en Chile por un mínimo aumento prendieron fuego la ciudad. Cuidado que los argentinos también tenemos un límite de la paciencia.
Chile, hasta ahora, era el modelo perfecto de todo economista liberal y todo aquel político que decía que si se hacen las cosas prolijamente todo se puede hacer y por supuesto el resultado es positivo. Chile era hasta hace horas no más un modelo a copiar. Era la modelo perfecta, era la chica 10 del cono sur. Sin embargo, las cosas no eran como parecían.
El mínimo intento de un aumento en el transporte del subterráneo provocó una de las estampidas más graves que tuvo Chile en los últimos tiempos.
¿Qué es lo que pasó? Muy sencillo. La gente dijo esto no va más. Así no va. Chile no era el modelo perfecto. Lejos está Chile de serlo. En Chile las clases sociales se dividen brutalmente. ¿Cómo en la Argentina? Sí, probablemente, pero en Chile es mucho más notable.
Chile no era la perfección económica ni la perfección política que había que copiar. La política de los gobiernos liberales de Chile no dio soluciones a todas las necesidades de su gente. Su pueblo tiene altísimos niveles de pobreza pero que están disimulados por la forma en la que se vive en el país vecino.
Hace muchos años, cuando yo era chico, estudiaba alemán con un profesor que vivía por Belgrano. Por Juramente y Cramer. El profesor, que había escapado de la guerra, miraba por la ventana de su casa y había aumentado el colectivo. Creo que subió 10 centavos. Me llamó la atención verlo mirar por esa ventana. De pronto, él me mira y me dice: “Este país está perdido”. Se refería específicamente a los argentinos. Ahí le pregunté el porqué de su afirmación y él respondió: “Porque acaba de subir el boleta 10 centavos y la gente sigue viajando como si nada”.
A mi profesor de alemán le sorprendió que pudiera subir el precio del colectivo y la gente no reaccionara quemando las unidades.
Creo que mi profesor estaba pensando en cómo iban a reaccionar los chilenos precisamente.
La reacción de los chilenos no fue simplemente por el aumento de subte. Era una olla a presión de los desajustes y las iniquidades de la economía chilena. En Chile hay una pobreza maquillada por por un modelos liberal que quiere instalar que todo está bien.
¿Ustedes se imaginan qué hubiese pasado si en Chile hubiesen querido subir 2000% la luz, 1500% el gas o 2000% el agua? Después algunos dicen que los argentinos somos violentos.
Los argentinos tiene una mansedumbre casi invisible pero a además tiene una elasticidad única. Imaginen estos aumentos en otra parte del mundo. Muchas de esas tarifas que subieron en nuestro país brutalmente podían estar justificadas a lo largo de cinco o diez años. Los países tienen tiempos diferentes para hacer los ajustes. Nosotros soportamos silenciosamente , con tan solo algunos intentos de ir a la justicia, una crueldad absolutamente insolita en el mundo moderno.
Y no hablemos del transporte en nuestro país que también tuvo aumentos insoportables. Casi del 1000%. Argentina no es un país violento. Los argentinos se expresaron de otra forma. Fue en las PASO y también será en las elecciones del 27 de octubre.
No se puede hacer cualquier cosa con la gente. No se la puede someter a brutales aumentos. La gente saca para pagar de donde no tiene y termina quitando dinero de la comida para cumplir con las boletas. Cuando hay aumentos de esta dimensión la gente no tiene cómo cubrirlos. El aumento del transporte de Chile era mínimo pero cuando uno está justo, cualquier aumento por pequeño que sea, provoca el estallido de la estructura familiar.
Esto pasó en Chile y por eso destrozaron la ciudad de la forma más cruel que puede haber. Y obviamente, los carabineros (miren que son malos) no pudieron actuar. Tampoco querían hacerlo. Tuvieron un serio problema de autoridad. Los carabineros no querían operar contra la gente que reclamaba porque a ellos también los afectaba en sus propios hogares. Por esto, el presidente Piñera tuvo que dar marcha atrás con el aumento.
La lección de Chile es realmente para seguir. No se puede hacer cualquier cosa con la gente. Nosotros tenemos larga experiencia con esto. La hicieron. Nosotros elegimos otro modelo de protesta que fueron las elecciones. La gente tiene límites que no se pueden transgredir. Cuando algo es demasiado injusto la violencia aparece inevitablemente. Cuidado. Los argentinos miramos la televisión, leemos los diarios. Y saben que en Chile por un mínimo aumento prendieron fuego la ciudad. Cuidado que los argentinos también tenemos un límite de la paciencia.
Dejá tu comentario