"No dependo de una mujer para ser feliz"
Aunque en la exclusiva Isla de CARAS la teoría no sea comprobable en la práctica, el ex Casi Angeles, Victorio Dalessandro (27), dice que el promedio de edad de sus fans subió considerablemente desde que se incorporó al elenco de la tira de Pol-ka, "Herederos de una venganza".
Es que, además del apoyo incondicional de sus clubes de fans ("Las piratas de Vico" y "Siempre con Vico"), el actor pasó a recibir el elogio de las madres y abuelas de las teens. Y así como su público, también cambió la temática de sus personajes. Lejos de los conflictos adolescentes, Victorio o "Vico" como le dicen sus amigos, en la novela interpreta a Miguel, un humilde chico de campo que vive una confusa situación con su amigo Cosme (Sergio Surraco), quien, sorpresivamente, lo besa provocando su furia.
Ex futbolista, licenciado en Derecho e hijo de una escribana y del primer actor argentino en haber filmado 100 publicidades, a sus 27 años, Victorio tiene un pasado tan próspero como su futuro.
—¿Cómo vivió el cambio de hacer una tira para adolescentes, en "Casi Angeles", a ser parte de una novela del prime time como "Herederos de una venganza"? —Fue un cambio muy radical, sobre todo, por lo que cuenta mi personaje.
Es un chico que vive en un pueblo, un trabajador humilde, e íntimo amigo de Marco Antonio Caponi, hermano del personaje de Romina Gaetani, y es un papel donde pongo en juego circunstancias como sus problemas con el alcoholismo y la prostitución e incluso escenas que rozan lo gay con el personaje de "Cosme" (interpretado por Sergio Surraco).
—¿Cómo le impactó el cambio desde lo actoral? —Fue muy positivo y estoy contento de poder jugar un personaje que voy creando de a poco. El público que me ve es otro y me saluda gente más grande, aunque los adolescentes, tambié, me siguieron en este cambio.
—¿Tiene Twitter? —Sí, leo todo e incluso estoy sorprendido por la cantidad de seguidores que tengo. ¡Son 165.000! Para mí es muchísimo. Hay gente de Israel, Brasil, España, Rusia. Me llama la atención que me inviten a Italia o Ibiza.
—¿Se extraña la contención de Cris Morena en cuanto al trabajo? —Es diferente. Cris lo que tiene es una contención gigante con sus actores.
Es una escuela donde te dan clases de canto y baile, y con coachs de actuación que aportan muchísimo. Sigo en contacto con Cris, y siempre voy a reconocer la ayuda que me dio. Nos hablamos por e-mail. La quiero mucho como persona, y estoy agradecido porque ella es la responsable de que hoy esté en Pol-ka. Cris está súper contenta de mi cambio y me dice que le gusta mi trabajo.
—¿Cómo se inició en la actuación? —Por castings de publicidades a partir de los 12 años, por mi papá que es actor. Grabé publicidades desde los cinco años. Mi papá laburo en 90-60- 90, "Mi Cuñado", "Marco, el candidato", "Life College" y fue un modelo publicitario que se convirtió en el primer argentino en hacer 100 publicidades, y por eso fue como invitado a "Susana Giménez" y al "Show del Clio". Por eso empecé a estudiar teatro con Patricia Palmer, con quien él había trabajado en "Los ángeles no lloran", e hice castings en publicidad. Cuando fui más grande me presenté para elencos. Muchas veces me rechazaron, pero siempre seguí hacia adelante porque debía intentarlo hasta no fracasar. Hoy por hoy, puedo trabajar de lo que me apasiona y me gusta.
—Atrás también quedó un futbolista...
—Sí, jugué en Excursionistas, y tengo muchos amigos de esa época. Juego y me apasiona, miro fútbol y la redonda me tira mucho. Soy hincha de River, pero aclaro que no tengo nada que ver con el jugador, Andrés D´Alessandro. Siempre quise ser futbolista y actor, pero después me jugué todo por la actuación, y me la seguiré jugando porque me hace vibrar. Ade más, estudio canto y estoy aprendiendo guitarra.
—¿Cómo le impactó el reingreso en Pol-ka en un elenco tan importante como el de "Herederos de una venganza"? —Al transitar tres años y medio de entrenamiento actoral, con gira y teatro, gané mucho oficio, así que llegué a Pol-ka más preparado para muchas situaciones y manejarme en una productora tan grande. De todas maneras, es una escuela estar al lado de tantos buenos actores, como Romina Gaetani, Leonor Benedetto, Betiana Blum, Marco Antonio Caponi, Luciano Castro, Daniel Kusniecka.
A veces no caigo dónde estoy, y está bueno parar para disfrutarlo.
—¿Le dieron algún consejo? —Betiana es una apasionada por lo que hace, me aconseja sobre lo importante que es la mirada en la televisión.
Con Marco, además de pasar letra, nos gusta mucho crear el momento y el vínculo antes de hacer una escena, y también buscamos qué podemos agregar.
—¿Aspira a ser un galán? —Me gustaría pasar por diferentes papeles porque no es fácil llevar la mochila de galán. Me falta bastante para ser galán (risas).
—Al menos, el físico lo tiene...
—¡Lo de galán se lo dejo a Pablo Echarri y a Luciano Castro! (risas).
Pero más allá de la broma, me encantaría.
De todas maneras, me gustaría romper con ser una cara bonita y, de hecho, este año mi personaje no es el de galán. A veces uno termina siendo galán sin serlo. Pero lo que me gusta de mi carrera es apostar a ser un camaleón y vivir distintas personalidades.
—Estuvo de novio con la secretaria de Marley, Noelia Marzol, ¿se hace más difícil sostener una relación en la que ambos son figuras públicas? —No, porque los dos somos del medio, y lo dejamos fuera cuando armamos la relación. Ahora estoy solo, y con ella está todo bien.
—¿Es momento de prescindir de una mujer? —Tengo la cabeza puesta en el trabajo.
Uno está solo, pero el amor siempre está dando vueltas. Mi energía está abocada a hacer las cosas bien en Pol-ka y darle con todo a mis estudios de canto y música y hacer teatro. Mi felicidad pasa por lo laboral. De corazón estoy bien, porque tengo a mis amigos y a mi familia. No dependo de una mujer para ser feliz, nunca hay que ser dependiente, uno es libre en su vida y nadie es dueño de nadie