¿#NiUnaMenos? El Estado falló ante el doloroso recuento de femicidios que no para de acrecentarse
El doble crimen de las jóvenes de Ramos Mejía es el reflejo del rotundo fracaso de las políticas de lucha contra la violencia de género. ¿Qué falla en el sistema?
El doble crimen de Florencia Mariezcurrena y María Soledad Ramos, perpetrado el viernes pasado en la localidad de Ramos Mejía, volvió a poner en tela de juicio una situación alarmante para el género femenino: lejos de disminuir, la violencia hacia las mujeres, muchas veces seguida de femicidio, ha aumentado notablemente pese a las numerosas políticas que intentaron implementarse para frenarla.
Luego de la multitudinaria marcha que se realizó en 2015 bajo el lema Ni Una Menos, en la que numerosas organizaciones de la sociedad civil exigieron a las autoridades mayor atención sobre dicha problemática, el enfoque legal pareció tener un cambio de rumbo. Incluso la sanción de la ley Nº 26.791 que califica y pena al femicidio como un delito diferente del homicidio, parecían haber dejado terreno fértil para enfrentar la situación.
Sin embargo, Florencia y María Soledad aparecieron muertas y presuntamente violadas en un galpón, y literalmente se convirtieron en el cuerpo presente de una situación que, lejos de mejorar, ha demostrado ser cada vez peor.
"La mayor falla es que la ley no previene, sanciona", aseguró a DiarioVeloz la titular de CiPreVi, Liliana González. "Ante una situación de violencia de género, una mujer sólo puede presentar una denuncia civil. Las denuncias penales son viables sólo cuando hay lesiones demostrables, y tienen el mismo carácter que cualquier denuncia penal presentada por este motivo. Lo único en lo que difieren es que pueden entenderse como 'lesiones agravadas por el vínculo'", agregó.
La letrada explicó, además, que este tipo de denuncias suelen caerse por falta de material probatorio, por lo que las víctimas de violencia quedan sujetas únicamente a las acciones que pueden tomarse en base a una denuncia civil. "No son menores, de todas formas. Por ejemplo, lo primero que suele hacerse en estos casos es apartar al violento del hogar y establecer lo que se conoce como el cerco perimetral", aunque reconoció que suelen ser medidas insuficientes para evitar los drásticos desenlaces.
González también advirtió que los casos de violencia intradoméstica efectivamente se han acrecentado, dado que, según insistió, "lo que falla es la prevención". "Lo que puede llegar a proteger es mínimo, deficiente o llega tarde", concluyó la letrada.