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Ni yankis, ni marxistas, peronistas

*Por Julio Blanck. Apoyo a la reelección de Cristina y también a la de Daniel Scioli. Proclama de guerra -una más- contra el poder económico, previniendo que desde sus oscuras madrigueras hará más intensa "su ofensiva sobre el gobierno nacional".

Ninguneo de la "oposición electoral", a la que se le augura un desmoronamiento inevitable y cercano. Anuncio de un gran acto en La Plata a mediados de mayo, para poner en escena estos propósitos. Pero el fin principal de la movida es lo que no se dijo en público: avance hacia la consolidación de una fuerza política y territorial que dispute fieramente espacios de poder dentro del kirchnerismo.

Esto es lo que está en cocción en el capítulo bonaerense de la Corriente Nacional de la Militancia, más conocida como La Corriente dentro del muchas veces caótico tinglado oficialista. Se trata del sector que impulsó y organizó el bruto acto en el estadio de Huracán, el 11 de marzo pasado, que con Cristina en el palco sirvió para formalizar el desafío de los "sectores sociales" del kirchnerismo al tradicional aparato peronista.

Hay que empezar diciendo que estos son tipos difíciles de llevar.

Porque están con Scioli pero no con la maquinaria de los intendentes que trata de guarecerse bajo el paraguas inconstante del gobernador. Y juegan a muerte con Cristina pero no quieren saber nada con los cristinistas como el sonriente ministro Amado Boudou, y mucho menos con los advenedizos como el ubicuo y oportuno candidato a gobernador Martín Sabbatella.

Llevando como mascarones de proa a figuras como el ex canciller Jorge Taiana, el diputado Agustín Rossi, el barbado Emilio Pérsico que comanda el Movimiento Evita, Edgardo Depetri del Frente Transversal y el senador Daniel Filmus, este sector decidió crear una conducción en la Provincia , donde gravitará el diputado "Chino" Navarro, referente bonaerense del Evita. Fue durante una reunión en el centro cultural Tasso, ícono de quienes hoy disfrutan los beneficios del poder.

También estuvieron ese día el ministro provincial Mario Oporto, los intendentes "Barba" Gutiérrez (Quilmes), Darío Díaz Pérez (Lanús), Graciela Rosso (Luján) y Aldo San Pedro (Bragado); los diputados nacionales Juliana Di Tullio, Diana Conti, Mariano West, Ariel Passini y Adela Zagarra; legisladores y funcionarios nacionales y de la Provincia, y dirigentes de distintas formaciones de izquierda sumadas a la caravana kirchnerista.

El núcleo duro de La Corriente es el Movimiento Evita, una organización extendida discretamente en todo el país, con dirigentes encaramados en posiciones de gobierno en provincias y municipios, y con presencia y capacidad movilizadora en las capas más humildes de la población. Supieron crecer tratando mano a mano con Néstor y ahora se hicieron necesarios para Cristina aunque, como otros, tienen menos abierto que antes el ingreso a las tertulias en Olivos.
Kirchneristas heterogéneos, muchos de ellos nacidos a la política en la izquierda peronista o marxista, tienen sin embargo buena relación con Hugo Moyano y la Juventud Sindical que dirige su hijo Facundo. La llaman "alianza estratégica": de hecho, ellos y el moyanismo, tan temido y recelado desde la Casa Rosada a las jefaturas territoriales del peronismo, se precisan mutuamente para compensar sus carencias .

También cultivaron amabilidades con los influyentes y bien financiados jóvenes de La Cámpora , que basan su poder en la cercanía con Cristina. Construída desde los dineros del Estado, La Cámpora ya demostró ser una agencia de colocaciones especializada en conchabar cuadros técnicos o políticos en cuanto organismo estatal le quede a tiro.

La Cámpora y los muchachos de Moyano se llevan pésimo y suelen pelear por los mismos espacios. Pero los de La Corriente confían en ser un elemento articulador entre tanta inquina mutua. Y generar una nueva estructura, que sea capaz de darle batalla a las desvencijadas escuadras del peronismo bonaerense .

Linda ilusión. Habrá que ver cómo funciona en el mundo real. Muy pronto se sabrá. Y no será sin estruendo.