Ni Riquelme coimero ni Maradona burro pero a las elecciones en Boca hay que investigarlas
Por "Chiche" Gelblung. A esta altura del partido y con tantas sospechas de corrupción, la Inspección General de Justicia debiera pedir la suspensión de estos comicios.
Ni Maradona es burro ni Riquelme es coimero pero las elecciones en Boca habría que suspenderlas e investigarlas en serio para evitar el mayor escándalo en la historia del futbol después del Fifagate.
Días después de asumir como presidente de la Argentina, Macri viajó a Davos para encontrarse con los dueños del mundo capitalista. Reyes, presidentes, banqueros, empresarios y rock stars como Bono se juntan en ese enclave suizo para decidir para dónde irá el mundo. Todos los millonarios recibieron con aplausos a Macri. Pero lo importante no era que fuera presidente. Lo notable era que el presidente de Boca Juniors hubiera llegado a Presidente de un país. Boca era en ese mundo de ricos más importante que la eternamente conflictiva Argentina.
Por eso no sorprende que detrás de estas elecciones en Boca se haya desatado una feroz guerra para sumar en su lista a Riquelme, el mayor ídolo del club en los últimos 20 años.
Desde que empezó esta historia por la conquista de Riquelme siempre se habló de plata. Las cifras siempre fueron delirantes. Diez millones de dólares era la base para contar con él. Alguien hizo correr esa cifra. En mi ingenuidad creo que esa cifra es delirante en la Argentina de hoy. Exótica, delirante e imposible. Sin embargo se siguió hablando de 10 millones de dólares y más.
Después apareció el factor Lavagna. Riquelme solo quería ser el candidato de una lista de consenso. Al igual que lo quería Lavagna, que al final quedó afuera del juego grande. Pero Riquelme aceptó ser candidato aunque la unidad y el consenso no se lograron.
Angelici sangró por la herida y, sin decirlo, sugirió que detrás de esa candidatura hubo plata. La cifra seguía rondando el delirio de los 10 millones de dólares.
Yo quiero creer que todos estos rumores son parte de una campaña sucia. Sé que todos los candidatos quieren lo mejor para Boca. Y también sé que Riquelme es una pieza importante en cualquier lista pero no creo que sea garantía de triunfo político.
A esta altura del partido y con tantas sospechas de corrupción, la Inspección General de Justicia debiera pedir la suspensión de estos comicios hasta tanto se investigue la verdad y se despejen las dudas en torno a este escándalo.
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