Opinión
Ni eliminar ni subestimar: la coexistencia generacional, la única clave para evolucionar
La clave está en poder sacar provecho de la diversidad de voces que nos ofrece esta coexistencia generacional. Recordemos que la diversidad no solo nos une, sino que nos fortalece.
Como siempre, tenemos dos noticias: La mala, es que no podemos escapar a esta realidad mediante excusas. La buena es que podemos verla como una oportunidad para enriquecernos a través de la colaboración, cooperación y co-creación.
Cada una de estas generaciones trae consigo características muy propias: formas de pensar, de tomar decisiones, de valores, entre otras, que si las organizaciones tienen la capacidad de gestionarlas correctamente tienen una gran oportunidad delante. Ahora bien, la pregunta clave es, ¿Cómo hacer para liderar un equipo multigeneracional?
En primer lugar, integrar la gestión de la diversidad generacional es uno de los puntos clave de la seguridad psicológica, para crear entornos laborales inclusivos y respetuosos. A su vez, las organizaciones en lugar de tomarlo como un obstáculo, podrán sacar provecho de las características únicas que cada generación trae consigo para añadir valor.
El sociólogo Aleman Karl Manheim definió el concepto de generación como un grupo delimitado de personas que comparten condiciones de existencia o bien que experimentan los mismos sucesos históricos concretos.
Entonces en una organización conviven sin dudas distintos puntos de vistas de una realidad. La clave esta en poder sacar provecho entonces de la diversidad de voces que nos ofrece esta coexistencia generacional.
Es nuestra obligación organizacional y social, salir de ellos o nosotros. Pareciera que cada generación esta más preocupada por buscar la crítica y el no entendimiento a las otras generaciones, tanto de los jóvenes quienes no valoran las habilidades y experiencia de las personas de mayor edad, como de estos últimos que tratan de menospreciar las capacidades de sus generaciones predecesoras, que de buscar sacar ventajas de la situación.
La clave está en poder sacar provecho de la diversidad de voces que nos ofrece esta coexistencia generacional. Recordemos que la diversidad no solo nos une, sino que nos fortalece. Hace del entorno laboral un espacio más rico e inclusivo. Fomentar esta pluralidad de voces es lo que marcará la diferencia.
La importancia de una escucha activa es esencial para salir aireosos de esta realidad. Cuando la practicamos, se producen dos cuestiones fundamentales: al escuchar a otro tenemos la posibilidad de transformarnos y, a su vez, entender al otro. Llevar a la práctica esta habilidad en un entorno como el que estamos hablando llevará no solo a enriquecernos personalmente sino a fortalecernos como compañía.
Es por todo esto, que las organizaciones tienen la responsabilidad de tomar cartas en el asunto fomentando la inclusión y la diversidad. No se trata de buscar la generación que ganará la pulseada, sino de complementarlas y lograr así un mayor impacto.
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