Neutralizar el estrés de fin de año ¿se puede?
Algunos consejos prácticos nos permitirán cuidar nuestra salud física y mental durante esta época de mayor actividad
Durante todo el año vivimos, en mayor o menor medida, bajo ciertas presiones. Pero la llegada del fin de año supone un incremento en el estrés vinculado a un mayor flujo de tareas tanto laborales como personales. Hay quien piensa que estos cambios solo repercuten en el estado de ánimo o en el sueño. Pero nada más lejos de la realidad, ya que cuando una persona vive al límite en sus exigencias mentales, no descansa y nunca deja de sentirse presionada o a punto de agotarse, forzando a su organismo a producir la hormona del estrés, el cortisol.
A mayor tiempo estresados, más cortisol se producirá y mayor facilidad tendrá nuestro cuerpo para desarrollar ciertas dolencias psicosomáticas, como por ejemplo úlceras, diarreas, hipertensión, vómitos, palpitaciones o parálisis musculares. Además, el cuerpo comienza a no poder neutralizar las defensas antioxidantes que aporta su alimentación (vitaminas, flavonoides) o su organismo (enzimas antioxidantes).
El problema surge cuando los radicales libres afectan de forma directa a los componentes de las células, dañando lípidos, proteínas y carbohidratos, causando un daño en ocasiones irreversible. Este daño oxidativo puede producir un envejecimiento prematuro, así como procesos inflamatorios crónicos, cáncer, parkinson, alzheimer, ateroesclerosis, cataratas, ente otros.
Algunas claves para intentar bajar los niveles de ansiedad y estrés son:
- Ser conscientes: identificar que estamos sufriendo un período de nerviosismo extremo y tratar de calmarnos. Respirar hondo y exhalar varias veces de forma lenta y marcada. Detectar si además nuestro cuerpo (pies y manos, sobre todo) está efectuando un movimiento 'acompasado' con la ansiedad para controlarlo y pararlo.
- Organizarse: Mucha gente sufre ansiedad por sobrecarga de trabajo o compromisos. Cuanto más pormenorizada esté cada tarea y cada parte del día de forma lógica y sin extremos, más sencillo será dedicar el tiempo que corresponda a cada cosa, completar la actividad, borrarla de la mente y poder embarcarse en otra tarea.
- Dedicar tiempo a uno mismo: Aunque solo sea media hora o una hora al día, hay que buscarla para relajarse, hacer algo que nos guste, olvidar los problemas y dejar la mente en blanco.
- Hacer deporte: Es una buena vía de escape para el nerviosismo y el exceso de energía, ayuda a conectar con uno mismo y facilita el descanso, así como la segregación de endorfinas, que trabajan por el bienestar del cuerpo y la mente.
- Realizar actividades artísticas: Las tareas relacionadas con el arte y la expresión pueden ayudar a la distensión tanto física como mental.
- Llevar una dieta sana: Evitar el consumo de estimulantes como el tabaco, el café, el té y las bebidas energizantes.
- Vivir más tranquilos: hacer pequeños cortes en la rutina y descansar 8 horas.
- Reírse más y enamorarse: Los momentos de felicidad, la risa y en especial el enamoramiento, producen más "micro-reparadores" y "micro-rejuvenecedores" que mejoran el nivel de vida.
En casos en que el estrés supere su capacidad de controlarlo, puede ser necesario acudir a un especialista. Asesorarse es clave para conocer más formas de prevenir la ansiedad y descubrir los problemas que la genera (trabajo, familia, pareja, amigos), así como las soluciones a medida para cada situación.
Asesoró: Dr. Ernesto Crescenti (MN: 50.776). Médico, investigador y Director del "Instituto de Inmunooncología Dr. Ernesto J.V. Crescenti". Acerca del Instituto de Inmuno Oncología Dr. Ernesto J. V. Crescenti: Ámbito multidisciplinario dedicado a la prevención, diagnóstico y tratamiento de pacientes con cáncer y pacientes diagnosticados con enfermedades en las cuales se presenta una alteración del sistema inmunológico.