"Negro de alma"
Una aclaración muy común entre los argentinos: ¿de qué hablas cuando lo decís?
Por Mariana Vaccaro
@vaccaromariana
mvaccaro@diarioveloz.com
Desde las danzas africanas cada vez más de moda, Capoeira, los encuentro de tambores y grupos de percusión que crecen en la ciudad con sus "llamadas" (batucadas callejeras), hasta los jóvenes nigerianos, tunecinos, entre otros países quienes con sus coloridas ropas típicas resaltan en el microcentro vendiendo bijou, lo afro parece volverse parte del paisaje y la cultura urbana porteña.
En la actualidad llama la atención el estilo africano como un producto exótico, a pesar de ser una idiosincrasia milenaria, aquí es muy poco conocida. Desde chica, los europeos fueron parte de mi vida: la nona y la oma... los asiáticos con sus supermercados también constituyen mi entorno habitual junto con los inmigrantes latinoamericanos, pero ¿los africanos?
Creo que el único recuerdo que tengo de niña es el típico disfraz escolar para la celebración de las fiestas patrias, donde parte de los personajes tenían sus caras embadurnadas de corcho quemado.
Sin embargo, algo del espíritu africano debemos llevar puesto en el cuerpo, aunque no se vea a flor de piel. Según la comunidad afro argentina e investigaciones históricas (como el de Dina V. Picotti, en "El aporte africano a nuestra identidad"), la creencia en que las guerras del siglo XIX y la epidemia de fiebre amarilla de 1871 produjo la muerte de la población de origen africano en el país es un mito. Hoy los argentinos tenemos herencia africana, resultado de parejas entre africanas y criollos.
Las palabras a veces pesan tanto como anclas que impiden movernos, modificar el sentido que en el momento de la historia se le da a ciertas frases, hoy, Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial, prefiero quedarme con esta explicación de "negro de alma" que nada tiene que ver con una definición negativa.