Necesidad de mejorar las redes camineras que asisten a los pueblos del interior
La suerte de muchos pequeños pueblos del interior bonaerense se encuentra desde siempre subordinada, en buena medida, al mejor mantenimiento de los caminos que los comunican a las ciudades más importantes o a las cabeceras distritales y, en este sentido, durante muchas décadas la Provincia se caracterizó por impulsar, a través de la dirección de Vialidad, planes que resultaron muy eficaces.
Sin embargo, tanto en el caso de los caminos de tierra como de las rutas secundarias, lo cierto es que se vino registrando un decaimiento generalizado de los trabajos de mantenimiento, imprescindibles para asegurarle una comunicación fluida a esos pueblos, muchos de los cuales padecieron además la cancelación del servicio ferroviario que los asistía. La situación afecta gravemente la economía general y, en especial, dificulta el mejor desarrollo de la producción agropecuaria.
Tal como se informó en este diario, en la actualidad se ha presentado en la Legislatura un proyecto para que el Ejecutivo bonaerense gestione ante su par nacional una financiación del llamado "programa de caminos provinciales de la producción con mantenimiento mínimo", reclamando su reactivación y reformulación por las dificultades existentes para obtener fondos.
En realidad, no resulta novedoso aludir al pésimo estado de las redes camineras que asisten a muchos pueblos, parte de cuyos pobladores ha optado por emigrar ante el creciente aislamiento que vienen sufriendo.
Este proceso también afecta a nuestra región desde hace mucho tiempo. Así, se reflejaron muchas veces los justificados reclamos de vecinos de Brandsen destinados a requerir mejoras sustanciales en la ruta 215, que une a esa localidad con la nuestra, aludiéndose a la incidencia negativa que, sobre el desarrollo regional, ejerce una red caminera en malas condiciones.
El problema que afecta gravemente la actividad agropecuaria, se traduce en caminos plagados de baches, con pavimentos anfractuosos o barriales intransitables, banquinas cubiertas por pastizales, ausencia de señales y otras deficiencias que fueron mencionadas reiteradamente por habitantes de pueblos como Gómez, El Rodeo, El Pino, Oliden, Ferrari y Vergara.
Según detallaron, las falencias en la red caminera provocan accidentes, suspensión de clases, demoras y pérdidas a los productores ganaderos, agrícolas y lecheros que se ven imposibilitados de ingresar insumos y sacar las materias primas para su comercialización, en una situación que, por cierto, no es novedosa sino que se remonta a muchos años atrás.
Si esto ocurre a pocos kilómetros de la capital bonaerense, son imaginables los trastornos que padecen localidades mucho más alejadas que, además, integran una red productiva que hoy resulta esencial para la economía del país y que debiera contar, como natural correlato, con un necesario mejoramiento de las comunicaciones terrestres. De allí que sea deseable una mayor prontitud de las respuestas oficiales al requerimiento de estos pueblos.