Nazarena, de luna de miel: "Extrañé a mis hijos, pero necesitaba intimidad"
Con Fabián Rodríguez viajó a Playa del Carmen, a más de una semana de su fiesta de bodas. Se alojaron en un lujoso resort, disfrutaron del mar y se comunicaban a diario con Barbarita y Gonzalo, quienes se quedaron en Buenos Aires a cargo del más pequeño: Thiago.
Noa extraída de la revista Pronto
Tuvieron que esperar más de tres años. Pero, finalmente, Nazarena Vélez y su flamante marido, Fabián Rodríguez, pudieron disfrutar de su primer viaje a solas.
A diez días de su fiesta de bodas, la actriz y el empresario dejaron a su hijo, Thiago (2), al cuidado de su hermana mayor y partieron rumbo a Playa del Carmen para concretar su tan ansiada luna de miel.
Naza y Fabián decidieron legalizar su unión en el Registro Civil el 3 de agosto pasado. Sin embargo, en ese momento la actriz se encontraba trabajando a full como productora y actriz de Despedida de soltero, por lo que decidieron dejar la ceremonia de bendición de la pareja y la gran fiesta para más adelante. Y el 5 de octubre, por fin, tuvieron su mega celebración en una quinta de Pilar. Pero justo en ese momento, la rubia estaba cerrando contratos para Los Grimaldi, que será la primera obra de Jaz Producciones. Y, por ende, tuvo que esperar unos días más para poder partir en viaje romántico junto a su esposo.
Pero la espera dio sus frutos: los tortolitos partieron el sábado 13 de octubre, en la primera clase de Aerolíneas Argentinas, y llegaron a Cancún el domingo a las 6:30 de la mañana. Allí los esperaba un auto, que los trasladó hasta un lujoso resort, ubicado a 40 minutos del aeropuerto. Y apenas se alojaron en el hotel, fueron agasajados con una recepción de boda que incluía champagne, frutas y chocolates. Recién entonces, ambos pudieron desconectarse de sus obligaciones, para empezar a disfrutar de la paz del lugar.
"Nos levantábamos todos los días a las 8 de la mañana. Combinábamos playa, comidas a la orilla del mar, caminatas y mucho descanso. Por las noches, aprovechábamos que el hotel cuenta con restó temáticos, casino y shows en la playa. Aunque, en general, nos retirábamos temprano para poder disfrutar de nuestra intimidad y descansar para estar con todas las pilas al día siguiente", contó Nazarena.
Lo cierto es que, pese a estar con el amor de su vida en un lugar paradisíaco, la actriz en ningún momento se desconectó de sus fans, a quienes mantuvo al tanto de cada detalle de su luna de miel vía Twitter. A ellos les contó, por ejemplo, que extrañaba horrores a sus tres hijos: Barbarita (17), fruto de su matrimonio con Alejandro Puchetta, Gonzalo (12), nacido de su relación con Daniel Agostini, y al pequeño Titi, de quien se separó por primera vez desde que nació. Sin embargo, ella y Fabián necesitaban de este momento de intimidad, ya que según confió la rubia, antes de la boda habían tenido una abstinencia sexual de 30 días debido a sus respectivas obligaciones. Así que lo disfrutaron a pleno.
En los años que llevan de relación, ya sea por trabajo o por los momentos difíciles que tuvieron que atravesar, nunca habían podido pasar una semana entera solos y sin ningún tipo de responsabilidades. De manera que este viaje era una asignatura pendiente para la pareja.
Así fue como, con dos kilos de más pero feliz después de una semana a puro placer, Nazarena volvió a Buenos Aires justo para festejar el Día de la Madre junto a sus hijos.
Aquí mostró la alianza con la palabra "love" que Fabián y ella se tatuaron como símbolo de amor eterno. Y, enseguida, retomó su trabajo como productora con miras a la próxima temporada de Carlos Paz. Pero aseguró que no iba a dejar pasar mucho tiempo antes de repetir su luna de miel.
Tuvieron que esperar más de tres años. Pero, finalmente, Nazarena Vélez y su flamante marido, Fabián Rodríguez, pudieron disfrutar de su primer viaje a solas.
A diez días de su fiesta de bodas, la actriz y el empresario dejaron a su hijo, Thiago (2), al cuidado de su hermana mayor y partieron rumbo a Playa del Carmen para concretar su tan ansiada luna de miel.
Naza y Fabián decidieron legalizar su unión en el Registro Civil el 3 de agosto pasado. Sin embargo, en ese momento la actriz se encontraba trabajando a full como productora y actriz de Despedida de soltero, por lo que decidieron dejar la ceremonia de bendición de la pareja y la gran fiesta para más adelante. Y el 5 de octubre, por fin, tuvieron su mega celebración en una quinta de Pilar. Pero justo en ese momento, la rubia estaba cerrando contratos para Los Grimaldi, que será la primera obra de Jaz Producciones. Y, por ende, tuvo que esperar unos días más para poder partir en viaje romántico junto a su esposo.
Pero la espera dio sus frutos: los tortolitos partieron el sábado 13 de octubre, en la primera clase de Aerolíneas Argentinas, y llegaron a Cancún el domingo a las 6:30 de la mañana. Allí los esperaba un auto, que los trasladó hasta un lujoso resort, ubicado a 40 minutos del aeropuerto. Y apenas se alojaron en el hotel, fueron agasajados con una recepción de boda que incluía champagne, frutas y chocolates. Recién entonces, ambos pudieron desconectarse de sus obligaciones, para empezar a disfrutar de la paz del lugar.
"Nos levantábamos todos los días a las 8 de la mañana. Combinábamos playa, comidas a la orilla del mar, caminatas y mucho descanso. Por las noches, aprovechábamos que el hotel cuenta con restó temáticos, casino y shows en la playa. Aunque, en general, nos retirábamos temprano para poder disfrutar de nuestra intimidad y descansar para estar con todas las pilas al día siguiente", contó Nazarena.
Lo cierto es que, pese a estar con el amor de su vida en un lugar paradisíaco, la actriz en ningún momento se desconectó de sus fans, a quienes mantuvo al tanto de cada detalle de su luna de miel vía Twitter. A ellos les contó, por ejemplo, que extrañaba horrores a sus tres hijos: Barbarita (17), fruto de su matrimonio con Alejandro Puchetta, Gonzalo (12), nacido de su relación con Daniel Agostini, y al pequeño Titi, de quien se separó por primera vez desde que nació. Sin embargo, ella y Fabián necesitaban de este momento de intimidad, ya que según confió la rubia, antes de la boda habían tenido una abstinencia sexual de 30 días debido a sus respectivas obligaciones. Así que lo disfrutaron a pleno.
En los años que llevan de relación, ya sea por trabajo o por los momentos difíciles que tuvieron que atravesar, nunca habían podido pasar una semana entera solos y sin ningún tipo de responsabilidades. De manera que este viaje era una asignatura pendiente para la pareja.
Así fue como, con dos kilos de más pero feliz después de una semana a puro placer, Nazarena volvió a Buenos Aires justo para festejar el Día de la Madre junto a sus hijos.
Aquí mostró la alianza con la palabra "love" que Fabián y ella se tatuaron como símbolo de amor eterno. Y, enseguida, retomó su trabajo como productora con miras a la próxima temporada de Carlos Paz. Pero aseguró que no iba a dejar pasar mucho tiempo antes de repetir su luna de miel.