Narcoproxenetas en el país
La denuncia de que carteles mejicanos, dedicados también a la trata de mujeres, actúan en el país debe ser investigada, aunque lo importante es tomar conciencia y actuar con todo el peso de la ley.
Así como ya hace muchos años somos conscientes de que el narcotráfico llegó para quedarse en la Argentina –que ya no era un simple lugar de tránsito hacia otras latitudes sino también de consumo– lo mismo o algo parecido puede decirse ahora de la trata y explotación sexual de mujeres. Con un agravante: que ambos fenómenos están íntimamente asociados, hasta el punto que ha nacido un nuevo término, el "narcoproxenetismo", cuya fuente principal de irradiación en América latina es México.
Según estadísticas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (Onudc), en nuestro país hay medio millón de mujeres atrapadas en las redes de trata y existen unos ocho mil prostíbulos, de los cuales mil están verificados en la Ciudad de Buenos Aires, a veces disimulados en pequeños, medianos y hasta lujosos departamentos, según un informe de la ONG La Alameda.
En ese sentido, resultaron impactantes las afirmaciones de la periodista mejicana Lydia Cacho en la presentación de su libro Las esclavas del poder, realizada recientemente en Buenos Aires, sobre todo cuando dijo tener "la evidencia clarísima de la presencia de carteles de droga de México en la Argentina, en Córdoba y en una ruta que va hacia el norte, en muchos casos creando y aprovechando vínculos con pequeñas comunidades provinciales que están en situación de pobreza y cuyas economías están dañadas". Dijo también que tanto Los Zetas como el cartel de Sinaloa, dos de los principales carteles mejicanos, ya están aquí, y que estos criminales organizados están comprando seres humanos.
Al respecto, el ministro de Seguridad de Córdoba, Alejo Paredes, dijo que no tenía información alguna de que hubiera carteles mejicanos o colombianos actuando en nuestra provincia, aunque sí reconoció que operan bandas de trata, que se han hecho muchos operativos y que se aguardan imputaciones.
Por otra parte, fuentes autorizadas de los Tribunales Federales de Córdoba señalaron que las causas que se tramitan en ese fuero están referidas a la captura y traslado de mujeres por prostíbulos de la provincia y el resto del país, llevados a cabo en la mayoría de los casos por argentinos. "Nadie habla de mejicanos", añadieron los funcionarios consultados, quienes también plantearon la necesidad de que Lydia Cacho sea citada como testigo, ya que dice tener pruebas sobre el caso.
Pero lo importante es que el Estado y la sociedad tomen conciencia de que en la Argentina ha surgido un nuevo delito, el "narcoproxenetismo", asociado a las mafias y el crimen organizado, con o sin intervención de carteles mejicanos. La compraventa de seres humanos se ha convertido en un negocio más redituable que la droga, y de ahí la necesidad de combatir con toda la fuerza de la ley este nuevo mal de nuestro tiempo.
Según estadísticas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (Onudc), en nuestro país hay medio millón de mujeres atrapadas en las redes de trata y existen unos ocho mil prostíbulos, de los cuales mil están verificados en la Ciudad de Buenos Aires, a veces disimulados en pequeños, medianos y hasta lujosos departamentos, según un informe de la ONG La Alameda.
En ese sentido, resultaron impactantes las afirmaciones de la periodista mejicana Lydia Cacho en la presentación de su libro Las esclavas del poder, realizada recientemente en Buenos Aires, sobre todo cuando dijo tener "la evidencia clarísima de la presencia de carteles de droga de México en la Argentina, en Córdoba y en una ruta que va hacia el norte, en muchos casos creando y aprovechando vínculos con pequeñas comunidades provinciales que están en situación de pobreza y cuyas economías están dañadas". Dijo también que tanto Los Zetas como el cartel de Sinaloa, dos de los principales carteles mejicanos, ya están aquí, y que estos criminales organizados están comprando seres humanos.
Al respecto, el ministro de Seguridad de Córdoba, Alejo Paredes, dijo que no tenía información alguna de que hubiera carteles mejicanos o colombianos actuando en nuestra provincia, aunque sí reconoció que operan bandas de trata, que se han hecho muchos operativos y que se aguardan imputaciones.
Por otra parte, fuentes autorizadas de los Tribunales Federales de Córdoba señalaron que las causas que se tramitan en ese fuero están referidas a la captura y traslado de mujeres por prostíbulos de la provincia y el resto del país, llevados a cabo en la mayoría de los casos por argentinos. "Nadie habla de mejicanos", añadieron los funcionarios consultados, quienes también plantearon la necesidad de que Lydia Cacho sea citada como testigo, ya que dice tener pruebas sobre el caso.
Pero lo importante es que el Estado y la sociedad tomen conciencia de que en la Argentina ha surgido un nuevo delito, el "narcoproxenetismo", asociado a las mafias y el crimen organizado, con o sin intervención de carteles mejicanos. La compraventa de seres humanos se ha convertido en un negocio más redituable que la droga, y de ahí la necesidad de combatir con toda la fuerza de la ley este nuevo mal de nuestro tiempo.