Narco avión: todos los miembros de la Fuerza Aérea deslindan en la ANAC la falta de controles en la base
Oficiales de la Fuerza Aérea de la base de Morón declararon este lunes en el marco de la causa por el hallazgo de 944 kilos de cocaína en un avión en España, y deslindaron responsabilidades sobre la ANAC.
Unos siete oficiales de la Fuerza Aérea de la base de Morón, donde el Challenger estuvo estacionado por casi dos meses, declararon hoy como testigos ante el juez en lo penal económico Rafael Caputo, quien desde el viernes y hasta el 18 subrogará el juzgado luego de que su par Alejandro Catania, titular del mismo, se tomara licencia por vacaciones.
A cada uno de los siete oficiales, el juez le hizo varias preguntas entre las cuales está quién tenía a cargo el control de la base, y los testigos señalaron que se trataba de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANA).
Es que si bien la administración de la base es conjunta por parte de la Fuerza Aérea y la ANAC, el juez tiene en su poder documentación oficial donde la primera de ellas le transfirió al organismo civil determinadas áreas de control. Las fuentes consultadas por Noticias Argentinas explicaron que la ANAC, según esa documentación, tiene áreas de control sobre hangares, pistas, y otros sectores, mientras que la Fuerza Aérea mantiene la custodia sobre los portones de acceso a la base aérea.
En la investigación, la principal hipótesis es que la droga fue cargada en la base de Morón, y no en Cabo Verde (donde el Challenger hizo una escala de una hora para cargar combustible) o en Ezeiza, de donde salió con rumbo a España el 1 de enero pasado. Por lo pronto, el juez Caputo tiene previsto recibirle declaración en los próximos días a un total de 170 integrantes de la Fuerza Aérea, en su mayoría suboficiales y personal civil, y unos pocos oficiales más.
El juzgado tomará declaraciones a un ritmo de diez por día por lo que durante las próximas dos semanas el juez Caputo estará abocado a tal tarea. Mientras tanto, la causa en Argentina sigue bajo secreto de sumario (vence el viernes), y en España, en la investigación que tiene en la mira a los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá y Matías Miret, también está bajo reserva el expediente hasta el próximo 4 de febrero.
La información que requirió la Justicia argentina a España días atrás es clave para develar dónde fue cargada la droga: los datos de la computadora del avión pueden develar el peso y determinar en qué trayecto el vuelo llevaba casi una tonelada más, y el lugar donde estaba guardada para inferir el tiempo que se tardó en ocultarla.
A cada uno de los siete oficiales, el juez le hizo varias preguntas entre las cuales está quién tenía a cargo el control de la base, y los testigos señalaron que se trataba de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANA).
Es que si bien la administración de la base es conjunta por parte de la Fuerza Aérea y la ANAC, el juez tiene en su poder documentación oficial donde la primera de ellas le transfirió al organismo civil determinadas áreas de control. Las fuentes consultadas por Noticias Argentinas explicaron que la ANAC, según esa documentación, tiene áreas de control sobre hangares, pistas, y otros sectores, mientras que la Fuerza Aérea mantiene la custodia sobre los portones de acceso a la base aérea.
En la investigación, la principal hipótesis es que la droga fue cargada en la base de Morón, y no en Cabo Verde (donde el Challenger hizo una escala de una hora para cargar combustible) o en Ezeiza, de donde salió con rumbo a España el 1 de enero pasado. Por lo pronto, el juez Caputo tiene previsto recibirle declaración en los próximos días a un total de 170 integrantes de la Fuerza Aérea, en su mayoría suboficiales y personal civil, y unos pocos oficiales más.
El juzgado tomará declaraciones a un ritmo de diez por día por lo que durante las próximas dos semanas el juez Caputo estará abocado a tal tarea. Mientras tanto, la causa en Argentina sigue bajo secreto de sumario (vence el viernes), y en España, en la investigación que tiene en la mira a los hermanos Eduardo y Gustavo Juliá y Matías Miret, también está bajo reserva el expediente hasta el próximo 4 de febrero.
La información que requirió la Justicia argentina a España días atrás es clave para develar dónde fue cargada la droga: los datos de la computadora del avión pueden develar el peso y determinar en qué trayecto el vuelo llevaba casi una tonelada más, y el lugar donde estaba guardada para inferir el tiempo que se tardó en ocultarla.