Nalbandian afirmó que atraviesa el peor momento
El tenista argentino dio la cara con los medios tras ser descalificado del ATP de Queen’s. "Siento lo que he hecho”, dijo David, quien le pegó una patada a un juez.
El argentino David Nalbandian pidió perdón y señaló que era "el peor momento" de su carrera después de ser descalificado de la final de Queen's tras dar una patada a un cartel publicitario que cubría la silla de un juez de línea, provocándole una herida en la pierna.
"Siento lo que he hecho. Algunas veces te sientes muy frustrado en la cancha y es difícil de controlar", se disculpó Nalbandian después de que le entregaran el trofeo de vencedor a su rival, el croata Marin Cilic.
Cuando le preguntaron en rueda de prensa si este era el peor momento de su carrera, el argentino, que ya fue sancionado con una multa en enero, en el pasado Abierto de Australia por protestar a un juez, respondió que "era duro, pero sí".
"Ha sido un error. Es duro acabar una final así. Algunas veces sentimos la presión de la ATP, es un error y tengo que pagar por ello. Todo el mundo comete errores", añadió el argentino.
Nalbandian había vencido en el primer set por 7-6 (7/3) y el segundo lo dominaba Marin Cilic por 4-3, cuando ocurrió la jugada que motivó la descalificación del argentino, por lo que el título fue para el balcánico.
El exnúmero tres mundial, de 30 años y que jugaba su primera final del circuito ATP después de año y medio, pateó el cartel publicitario que rodeaba la silla del juez de silla después de no haber llegado a una pelota lanzada por su rival.
El juez, Andrew McDougall, se subió el pantalón y descubrió la herida con sangre. Hubo un parate
de varios minutos, hasta que el supervisor de la ATP Tom Barnes se dirigió al árbitro Fergus Murphy y al propio Nalbandian para anunciar que el argentino había sido descalificado por "conducta antideportiva".
En los primeros instantes Nalbandian, indignado con la decisión, respondió agitando los brazos, mientras los 6.000 espectadores que asistían a la final abucheaban su actitud.
"Hay muchas reglas y a veces no podemos hacer nada. El reglamento es muy largo y te puedo decir que la ATP hace lo que quiere con los jugadores y no ocurre nada", explicó Nalbandian, descontento antes del incidente por los cambios en los horarios debido a la lluvia, lo que le obligó a jugar dos partidos el viernes.
Barnes señaló que el argentino había aceptado la decisión y adelantó que lo más probable es que sea sancionado.
"Él conoce las reglas y sabía lo que iba a pasar. No lo hizo intencionadamente, perdió el control y el resultado es que un hombre resultó herido", explicó el supervisor de la ATP.
"No estoy sorprendido por lo que dijo sobre la ATP", agregó Barnes sobre Nalbandian, que ya había mostrado su disconformidad por las condiciones de juego del Queens Club, tradicional torneo anterior a Wimbledon, en el que la lluvia provocó varios cambios en la planificación de la competición.
Por su parte, el vencedor, Marin Cilic, de 23 años y 1,98 metros de estatura, declaró que le hubiera gustado "ganar en otras circunstancias".
"Estábamos teniendo buenos intercambios y (la final) estaba muy abierta, es una lástima que una final termine de esta manera", añadió el croata, número 25 de la ATP.
"Siento lo que he hecho. Algunas veces te sientes muy frustrado en la cancha y es difícil de controlar", se disculpó Nalbandian después de que le entregaran el trofeo de vencedor a su rival, el croata Marin Cilic.
Cuando le preguntaron en rueda de prensa si este era el peor momento de su carrera, el argentino, que ya fue sancionado con una multa en enero, en el pasado Abierto de Australia por protestar a un juez, respondió que "era duro, pero sí".
"Ha sido un error. Es duro acabar una final así. Algunas veces sentimos la presión de la ATP, es un error y tengo que pagar por ello. Todo el mundo comete errores", añadió el argentino.
Nalbandian había vencido en el primer set por 7-6 (7/3) y el segundo lo dominaba Marin Cilic por 4-3, cuando ocurrió la jugada que motivó la descalificación del argentino, por lo que el título fue para el balcánico.
El exnúmero tres mundial, de 30 años y que jugaba su primera final del circuito ATP después de año y medio, pateó el cartel publicitario que rodeaba la silla del juez de silla después de no haber llegado a una pelota lanzada por su rival.
El juez, Andrew McDougall, se subió el pantalón y descubrió la herida con sangre. Hubo un parate
de varios minutos, hasta que el supervisor de la ATP Tom Barnes se dirigió al árbitro Fergus Murphy y al propio Nalbandian para anunciar que el argentino había sido descalificado por "conducta antideportiva".
En los primeros instantes Nalbandian, indignado con la decisión, respondió agitando los brazos, mientras los 6.000 espectadores que asistían a la final abucheaban su actitud.
"Hay muchas reglas y a veces no podemos hacer nada. El reglamento es muy largo y te puedo decir que la ATP hace lo que quiere con los jugadores y no ocurre nada", explicó Nalbandian, descontento antes del incidente por los cambios en los horarios debido a la lluvia, lo que le obligó a jugar dos partidos el viernes.
Barnes señaló que el argentino había aceptado la decisión y adelantó que lo más probable es que sea sancionado.
"Él conoce las reglas y sabía lo que iba a pasar. No lo hizo intencionadamente, perdió el control y el resultado es que un hombre resultó herido", explicó el supervisor de la ATP.
"No estoy sorprendido por lo que dijo sobre la ATP", agregó Barnes sobre Nalbandian, que ya había mostrado su disconformidad por las condiciones de juego del Queens Club, tradicional torneo anterior a Wimbledon, en el que la lluvia provocó varios cambios en la planificación de la competición.
Por su parte, el vencedor, Marin Cilic, de 23 años y 1,98 metros de estatura, declaró que le hubiera gustado "ganar en otras circunstancias".
"Estábamos teniendo buenos intercambios y (la final) estaba muy abierta, es una lástima que una final termine de esta manera", añadió el croata, número 25 de la ATP.