Museo policial y defensa patrimonial
En una interesante iniciativa, un grupo de ex-funcionarios intenta recuperar la antigua casona que ocupaba la Jefatura para instalar allí el Museo Policial.
Pero más allá de esta actividad específica, es necesario que en todos los sectores del quehacer local se piense en la defensa de nuestro patrimonio histórico como algo incorporado a nuestras prácticas diarias. Sería un cambio cultural que hace tiempo Mendoza requiere.
Durante décadas Mendoza careció de una cultura de defensa del patrimonio histórico. Aducían en aquellos tiempos las autoridades que esa situación surgía del hecho de que la provincia se encuentra en un lugar sísmico. Sin embargo, con condiciones similares a las de Mendoza, en otros lugares siempre se sostuvo una fuerte cultura de defensa de edificios históricos. En una oportunidad patrimonialistas de Chile visitaron la provincia y se sorprendieron por el derrumbe de una antigua bodega en Godoy Cruz para instalar allí un supermercado.
Afortunadamente, con los años, esa situación en parte se modificó. En buena medida, la intención de recuperar los viejos edificios surgió de las propias comunas, para ampliar las posibilidades turísticas, a lo que se sumaron privados, sobre todo vitivinícolas que, incorporando tecnología en el interior de los antiguos edificios, dejaron el casco externo en su estado original.
En la Capital, si bien se ha trabajado en ese sentido, hay algunas situaciones puntuales que no han tenido solución. Por distintas circunstancias, incluyendo aspectos legales, poco se pudo hacer con la mansión Stoppel, en avenida Emilio Civit, mientras por otro lado resultó importante la tarea que se desarrolló con la vieja casa de la familia Civit, sobre calle Montevideo, donde funciona la Junta de Estudios Históricos.
Ahora ha surgido, desde el propio seno de la repartición, una iniciativa para recuperar la antigua casona que ocupaba la jefatura de la Policía de Mendoza, en Patricias Mendocinas 920 de Ciudad a fin de construir allí un Museo Policial. El edificio tiene una declaratoria como bien del Patrimonio Cultural de la provincia, pero se encuentra desaprovechado y en progresivo deterioro.
Un museo hoy funciona en la seccional Séptima, de Godoy Cruz, pero con muchos inconvenientes por problemas de infraestructura, mientras las dos galerías del patio español de la antigua jefatura constituirían un lugar ideal. Paralelamente, permitiría establecer allí una especie de zona de valor histórico, por la cercanía con la ex casa de los Civit.
Ampliando las posibilidades que brinda la edificación, la propuesta impulsa establecer también un Museo de la Educación, donde se expondrían antiguos bancos con tinteros empotrados, lapiceras de pluma, borradores y otros elementos utilizados décadas atrás en los establecimientos educacionales.
El problema a que deben enfrentarse los autores de la iniciativa son presupuestarios, ya que son mínimas las partidas que se derivan para la reparación de inmuebles con valor histórico. A modo de ejemplo cabe recordar que años atrás las mejoras del edificio donde funcionaba el ex Banco Hipotecario demandaban una inversión de 10 millones de pesos, mientras la partida anual para todos los emprendimientos era de sólo 1,7 millón.
Si bien es cierto que el presupuesto anual para el actual período se encuentra muy acotado y que las partidas para determinadas obras han sido establecidas de antemano, no es menos real que concretar en los hechos la iniciativa de los ex policías, en el sentido de recuperar la vieja casona, es muy interesante. No es común que en Mendoza, pese a los sismos, continúe en pie y en buen estado una casa construida hace 134 años.
Durante décadas Mendoza careció de una cultura de defensa del patrimonio histórico. Aducían en aquellos tiempos las autoridades que esa situación surgía del hecho de que la provincia se encuentra en un lugar sísmico. Sin embargo, con condiciones similares a las de Mendoza, en otros lugares siempre se sostuvo una fuerte cultura de defensa de edificios históricos. En una oportunidad patrimonialistas de Chile visitaron la provincia y se sorprendieron por el derrumbe de una antigua bodega en Godoy Cruz para instalar allí un supermercado.
Afortunadamente, con los años, esa situación en parte se modificó. En buena medida, la intención de recuperar los viejos edificios surgió de las propias comunas, para ampliar las posibilidades turísticas, a lo que se sumaron privados, sobre todo vitivinícolas que, incorporando tecnología en el interior de los antiguos edificios, dejaron el casco externo en su estado original.
En la Capital, si bien se ha trabajado en ese sentido, hay algunas situaciones puntuales que no han tenido solución. Por distintas circunstancias, incluyendo aspectos legales, poco se pudo hacer con la mansión Stoppel, en avenida Emilio Civit, mientras por otro lado resultó importante la tarea que se desarrolló con la vieja casa de la familia Civit, sobre calle Montevideo, donde funciona la Junta de Estudios Históricos.
Ahora ha surgido, desde el propio seno de la repartición, una iniciativa para recuperar la antigua casona que ocupaba la jefatura de la Policía de Mendoza, en Patricias Mendocinas 920 de Ciudad a fin de construir allí un Museo Policial. El edificio tiene una declaratoria como bien del Patrimonio Cultural de la provincia, pero se encuentra desaprovechado y en progresivo deterioro.
Un museo hoy funciona en la seccional Séptima, de Godoy Cruz, pero con muchos inconvenientes por problemas de infraestructura, mientras las dos galerías del patio español de la antigua jefatura constituirían un lugar ideal. Paralelamente, permitiría establecer allí una especie de zona de valor histórico, por la cercanía con la ex casa de los Civit.
Ampliando las posibilidades que brinda la edificación, la propuesta impulsa establecer también un Museo de la Educación, donde se expondrían antiguos bancos con tinteros empotrados, lapiceras de pluma, borradores y otros elementos utilizados décadas atrás en los establecimientos educacionales.
El problema a que deben enfrentarse los autores de la iniciativa son presupuestarios, ya que son mínimas las partidas que se derivan para la reparación de inmuebles con valor histórico. A modo de ejemplo cabe recordar que años atrás las mejoras del edificio donde funcionaba el ex Banco Hipotecario demandaban una inversión de 10 millones de pesos, mientras la partida anual para todos los emprendimientos era de sólo 1,7 millón.
Si bien es cierto que el presupuesto anual para el actual período se encuentra muy acotado y que las partidas para determinadas obras han sido establecidas de antemano, no es menos real que concretar en los hechos la iniciativa de los ex policías, en el sentido de recuperar la vieja casona, es muy interesante. No es común que en Mendoza, pese a los sismos, continúe en pie y en buen estado una casa construida hace 134 años.