Murió una nena de 11 años en situación de vulnerabilidad en Barracas
Falleció a tres días de tener una crisis en la Escuela N°11 “República de Haití”. Los docentes denunciaron que la menor tenía problemas de nutrición.
Una alumna de 11 años de la Escuela N°11 “República de Haití”, ubicada en el barrio porteño de Barracas, falleció este lunes en el Hospital General de Agudos José María Penna. La muerte de la niña conmocionó a la comunidad educativa, tras un historial de antecedentes que alertaban a las autoridades sobre su estado de vulnerabilidad.
Fuentes del gobierno porteño informaron a Infobae que la niña “M.” murió por una “neumonía bilateral” y que contaba con varias enfermedades de base preexistentes.
El trágico se desenlace se produjo a tres días de que la menor atravesara una crisis de salud: según informaron, el pasado viernes 12 se descompensó cuando estaba en el colegio. Las autoridades de la escuela llamaron entonces al servicio de emergencia del SAME pero, según denunciaron algunos docentes, la ambulancia demoró “más de una hora”. Ante esa dilación, tras un segundo llamado, la ambulancia fue suspendida, y la madre firmó un acta para llevársela bajo su responsabilidad y sus propios medios.
A pesar de esa urgencia, la niña no habría recibido la atención adecuada en los días siguientes. El lunes tampoco hubo llamadas de emergencia desde el Barrio 21-24. Su madre la ingresó ese mismo día al hospital Penna, donde le hicieron maniobras de reanimación. La nena, por entonces, no tenía signos vitales.
El cuerpo fue derivado a la morgue judicial para realizar las pericias que constaten las causas de su muerte. En la investigación, indicaron fuentes porteñas, trabajan de manera conjunta los equipos de salud y seguridad “recolectando toda la información para conocer los motivos del fallecimiento”. Si bien todo indica que el desencadenante fue una neumonía, desde el gobierno porteño esperan los resultados de la autopsia.
En un comunicado, un grupo de maestros de la Escuela N°11 “República de Haití” responsabilizaron al Gobierno de la Ciudad por estar “seis años ausente” desde que M. comenzó su primer grado en el colegio en 2017.
“Ya en los primeros días de su ingreso a la escuela, se pidió la intervención del EOE (Equipo de Orientación Escolar) debido a la clara vulnerabilidad de derechos que atravesaba la niña y su familia. Durante los años 2018 y 2019 se presentó un certificado médico que indicaba la necesidad de un refuerzo hipercalórico de vianda”, dice el texto de los maestros.
“Dicho refuerzo, que era insuficiente, no se le otorgó el año pasado. Recién en el año 2020 el EOE deriva su situación y solicita la intervención a la Defensoría zonal. Esta solicitud se reiteró en los años 2021 y se actualizó en el 2022, pero al día de la fecha a la escuela nunca se le informó si hubo alguna intervención de dicho organismo”, completa el comunicado.
M iba a una escuela de jornada simple, donde los chicos no suelen comer allí. En el establecimiento se otorga refrigerio o desayuno, y los alumnos que lo requieren pueden acceder a un refuerzo complementario que se pide con certificado médico. “No era el caso de esta nena”, aclararon desde el ministerio de Educación porteño, descartando que se haya presentado un pedido formal para obtener la vianda hipercalórica. “Hay otros chicos de esa misma escuela que lo necesitan y lo recibieron”, agregaron.
Sin embargo, la descompensación durante la clase del viernes no fue la única señal de alarma. Hubo señales anteriores sobre lo que ocurría en el hogar de M. y su estado de vulnerabilidad.
Según la información del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, la familia pidió hace 5 años, en 2017, el acceso la tarjeta “Ciudadanía Porteña”, un beneficio social que nunca se concretó porque no se pudo constatar el domicilio de la titular del beneficio. Después de eso, los equipos de asistentes sociales no pudieron volver a hacer contacto con la familia. Desde el Estado porteño no recibía ningún tipo de ayuda económica, confirmaron las fuentes.
Las autoridades también estaban al tanto de que la niña tenía dificultades para asistir a clases. Hace 15 días, funcionarios del Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de la Ciudad citaron hace 15 días a la madre de M. para evaluar la situación de vulnerabilidad de la nena. No hubo respuestas a ese pedido, indicaron desde el ministerio de Educación porteño.
Ailén Galante, una de las maestra de la escuela República de Haití, acompaña en el trabajo pedagógico a los niños en condiciones de vulnerabilidad. Según la docente, son cinco hermanos en la familia de M., y dos de ellos continúan en la institución. Dijo que la niña fallecida no solo atravesaba problemas de déficit de nutrición, una condición que podría haber agravado su cuadro de salud.
“Esta familia ha sido muy vulnerada porque han vivido mucho en la precariedad y con la ausencia del Estado. Hemos intentado acompañarles. En este caso no era solo una cuestión alimenticia, faltaban muchísimas cosas”, dijo en diálogo con FM Urbana Play.
Galante indicó que en la última semana la niña no estaba yendo a la escuela porque “no tenía zapatillas”, pero que la comunidad educativa pudo conseguirlas. Fue en ese contexto que M. pudo volver asistir a clases y se descompensó.
“Desde el primer día en que se ingresó a la escuela dimos la alarma institucional, con todos los trámites burocráticos que hay que realizar para que desde el Gobierno de la Ciudad le prestara atención. Desde la escuela y lo pedagógico acompañamos, pero se necesitaba un abordaje integral que nosotros no podemos dar”, agregó. “La Defensoría hace tres años que derivó este caso con urgencia. Por eso estamos exigiendo Justicia”, completó.
La escuela de Escuela N°11 “República de Haití” continúa en estado de shock. La supervisora del distrito y equipos de apoyo del gobierno porteño realizan tareas de contención a raíz del trágico desenlace. En ese marco, docentes del colegio están impulsando una caravana educativa el próximo lunes, para exigir respuestas contra la muerte de M. Se movilizarán hasta la sede del Gobierno de la Ciudad en el barrio de Parque Patricios contra la “mala calidad” de los alimentos entregados a los colegios.
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