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Murió un reconocido escribano en La Plata tras sufrir un violento robo

Tres delincuentes entraron en el domicilio de Esteban Rafael Morcillo y lo ataron. El profesional se encontraba acompañado de su madre de 84 años. Murió tras pedir ayuda luego de que los ladrones escaparan.


Este viernes un reconocido escribano murió a los 56 años tras descompensarse luego un robo en su casa de la localidad bonaerense de La Plata, donde un grupo de delincuentes se llevó 1.000 dólares. Según precisaron fuentes policiales a Infobae, el hombre se resistió y falleció al sufrir un infarto luego de que los delincuentes escaparan.

La víctima fue identificada como Esteban Rafael Morcillo, quien esta mañana perdió la vida en su vivienda ubicada en calle 38 entre 12 y 13 de la capital provincial. Según indicaron fuentes policiales a este medio, todo comenzó cuando un grupo de ladrones ingresó en la casa de Morvillo, quien vivía junto a madre de 84 años.

Una vez adentro del domicilio, los delincuentes ataron a Morcillo mientras que a la madre la sentaron en una silla. Así, le dijeron al hombre que entregara todo el dinero que tenía. Morvillo indicó donde había dinero y se los entregó: tenía 1000 dólares.

En ese momento, el hombre logró desatarse y le pegó una piña a uno de los delincuentes. Ahí escaparon todos corriendo, el hombre los siguió a los gritos desde atrás. Cuando huyeron, volvió a entrar a la casa. De acuerdo a lo que informaron los detectives del caso, en ese momento fue cuando le dio un infarto masivo y murió en ese instante.

El hecho es investigado por la fiscal Virgina Bravo, titular de la UFI N 7, quien dispuso la autopsia correspondiente para determinar fehacientemente las causas del deceso.

Pocos días atrás, otro hecho de inseguridad fue registrado en La Plata. Héctor Horacio Lopumo, de 71 años, estaba cortando el pasto en la vereda de su casa pero se le rompió la bordeadora y, por esa razón, se acercó a la puerta del garaje. En ese momento, llegaron cuatro motochorros y lo abordaron. En un aparente intento de robo, el árbitro de fútbol y policía retirado fue asesinado de balazo al corazón que dispararon los delincuentes antes de huir y sin llevarse nada.

“Mi viejo nunca tuvo problemas con nadie, lo quería todo el mundo”, sostuvo entonces Leandro Lopumo, uno de los hijos de la víctima. El hombre, que hoy cumplió 43 años, estaba de vacaciones en Santa Teresita cuando atacaron a su padre.

El ex policía había sido referí en distintas ligas regionales de fútbol y llegó a ser presidente de la Asociación de Árbitros de Ensenada, un cargo que ejercía en la actualidad. Asimismo, fue oficial de la policía Bonaerense hasta 2006, cuando se jubiló en la comisaría 14ª de Melchor Romero, con el grado de teniente.

El crimen ocurrió a las 22.20, en la calle 73 al 1.500, en el barrio Altos de San Lorenzo, de La Plata. Tras el crimen, los delincuentes escaparon y aún no fueron detenidos. En ese sentido, el hijo de Lopumo se quejó de la “inoperancia” de la Policía.

Morcillo era egresado de la UNLP y desde que comenzó su carrera profesional como notario tuvo activa participación en las instituciones colegiadas. Llegó a ser presidente del Colegio de La Plata (2010/2014, por dos períodos consecutivos) y también consejero de la entidad a nivel provincial.

Padre de cuatro hijos, estaba divorciado. Una de las hijas es abogada y la otra es jugadora profesional de futbol. Justina (21) se desempeña en la Primera de River y también integra el seleccionado nacional de ese deporte.

La devoción por el deporte se la transmitió este abogado que desde 1999 tenía el registro de una escribanía en la zona de Plaza Olazábal (cerca de donde murió). Hincha fanático de Gimnasia y Esgrima, pasaba horas en discusiones y charlas sobre los recorridos del equipo del Bosque platense.

El padre, Héctor Morcillo, también era escribano. Falleció hace un año. "Esteban era un profesional respetado, un hombre íntegro, honorable. Firme en sus posiciones, siempre hablaba de frente", dijo a Clarín una notaria que compartió varios años de gestión en las comisiones del colegio platense.

Esteban visitaba con frecuencia a su madre, de 84 años, en su casa de estilo moderno de la avenida 38. Se ocupaba de algunos trámites y de controlar sus movimientos. Morcillo no tenía problemas de salud: "Al menos no que supiéramos los conocidos de los grupos de escribanos que siempre mantenemos contacto", le dijo a este diario otro colega.

En una de esas visitas fue que encontró este final inesperado. Los atacantes habrían entrado a la casa luego de barretear una de las aberturas. Cuando lograron ganar los ambientes mantuvieron inmóviles a los ocupantes y comenzaron a revisar cada rincón. Todo se habría extendido por unos 15 minutos.

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