Murió Sven-Goran Eriksson

"En el mejor de los casos, me queda un año de vida". El 1° de noviembre del 2023, Sven-Goran Eriksson reveló públicamente que padecía de cáncer de páncreas y que era una enfermedad terminal. Este lunes 26 de agosto de 2024, a sus 76 años, el experimentado entrenador sueco dejó de sufrir. A lo largo de sus 42 años como DT, dirigió 12 clubes y 4 selecciones. Estuvo presente en tres Mundiales y consiguió 19 títulos.

En aquel momento, cuando dio a conocer la enfermedad que padecía, arrancó una carrera por la supervivencia que mantuvo hasta este lunes, momento en que se dio a conocer la noticia de su muerte. La noticia impactó en el mundo del fútbol porque Eriksson tuvo una gran trayectoria como entrenador. Su pico más alto fue en la Lazio de Italia, donde dirigió de 1997 a 2001 y allí consiguió seis títulos, entre ellos la Serie A y dos copas internacionales (la Recopa y la Supercopa europeas).

Se dio el lujo de poder dirigir en tres Mundiales. En el 2002 y en el 2006 lo hizo al frente de la selección de Inglaterra (venció a la Argentina de Bielsa en Corea-Japón) y en el 2010 estuvo a cargo de la selección de Costa de Marfil. Además, fue el entrenador de otras dos selecciones: México y Filipinas.

Su relación con los argentinos

En sus años en el fútbol, Eriksson fue entrenador de varios futbolistas argentinos. El primero que se cruzó en el camino fue Ramón Díaz, cuando jugaba en la Fiorentina. Pero después le siguieron Juan Sebastián Verón (posteó en sus redes un mensaje cuando se conoció la noticia de la enfermedad), Diego Simeone, Roberto Sensini, Matías Almeyda, Claudio el Piojo López, José Chamot, Hernán Crespo y Lucas Castromán.


Su carta de despedida

Hace unos días se conoció un mensaje final que quiso dar Eriksson, ya consciente de lo poco que le quedaba de vida. "Tuve una buena vida. Creo que todos tenemos miedo de morir, pero la vida también se trata de la muerte. Tienes que aprender a aceptarlo tal como es. Con suerte, al final la gente dirá, sí, era un buen hombre, pero no todos dirán eso", relató. Y siguió: "Espero que me recuerden como un tipo positivo que intentaba hacer todo lo que podía. No te arrepientas, sonríe. Gracias por todo, entrenadores, jugadores, público, ha sido fantástico. Cuídate y cuida tu vida. Y vívela. Adiós".

El sueño cumplido

Después de conocerse la noticia de su enfermedad, a Eriksson le preguntaron en una entrevista qué sueño le había quedado cumplir en el fútbol. Y respondió: "dirigir al Liverpool".

En el club inglés se hicieron eco de esas palabras y por pedido de Jurgen Klopp se decidió realizar un partido amistoso e invitarlo a Eriksson a ser el técnico del equipo. Eso ocurrió en marzo de este año cuando un equipo integrado por leyendas del Liverpool enfrentó a otro del Ajax. Allí, el sueco se sentó en el banco de los Reds junto a Klopp.