Murió Lucho Avilés, el pionero del periodismo de espectáculos
Tenía 81 años. Nacido en Uruguay, desarrolló una extensa trayectoria en los medios de nuestro país.
El periodista uruguayo Lucho Avilés murió este sábado a los 81 años: sufrió un paro cardíaco mientras almorzaba con amigos en un club de Palermo. Tres semanas atrás se había roto dos costillas al caerse en la calle, y la recuperación -que lo obligó a tomar fuerte calmantes- le demandaría al menos un mes.
Su colega Gabriel Levinas fue quien informó la triste noticia a través de su cuenta de Twitter, y de inmediato otros famosos, como Jorge Rial, acercaron sus condolencias. "No lo puedo creer. Fue un maestro. Más allá de chicanas y desencuentros. Me enseñó mucho. Me dio la primera oportunidad en la tele. Un cabrón querible", recordó el conductor de Intrusos a quien fuera creador de ciclos de chimentos inolvidables, como Indiscreciones, que llegó a registrar 30 puntos de rating, una cifra inalcanzable hoy día para cualquier programa, sin importar horario ni canal.
Lucho solía contar que su mujer, María del Carmen Festa (con quien tuvo un hijo, Álvaro Avilés), lo había apodado Highlander. ¿La razón? A lo largo de su vida había superado más de 30 operaciones, entre ellas, de pulmón, corazón e intestino. Este mediodía María del Carmen estaba en su casa cuando recibió el llamado de un amigo de un amigo de la familia: fue por él que supo de la muerte del hombre que la acompañó por más de cuatro décadas. Se conocieron en 1974 y se casaron diez años después.
En diciembre de 2012, a los 73 años, Luis César Avilés Volante -tal su verdadero nombre- había decidido alejarse de la televisión para priorizar su salud y dedicarse a la escritura. Y es que al fin había sido en ese campo, el periodismo gráfico, donde Lucho dio sus primeros pasos como periodista en Argentina, país al que llegó en 1965, cuando consiguió trabajo como redactor en el Diario Crónica.
En la televisión desembarcó con el programa Feminísima, en el viejo Canal 2 de La Plata. Allí, entre los chimentos, encontró su lugar. O más bien, lo creó: se lo considera el gran pionero en esta rama del periodismo. Pero este gran amante del tango lamentaba que aquel estilo que había acuñado ya no existiera, según su óptica. "No hay programas de espectáculos -decía-. Son son programas de polémicas, de controversias entre distintas vedetongas, de hacer pelear al que está en el piso con el que está en el móvil. Pero yo no veo que vayan a ver espectáculos de teatro, o que vaya a ser entrevistada Virginia Lago, por ejemplo".