Murió Jerónimo Bello, el jugador del SIC que en 2016 había sufrido una lesión cervical que lo dejó cuadripléjico
A los 25 años, falleció el ex pilar del San Isidro Club, que en un encuentro ante Newman sufrió el desplazamiento de la cuarta y la quinta vértebra de su columna.
Día triste para el rugby argentino. Jerónimo Bello, jugador del San Isidro Club que sufrió una lesión cervical en 2016 que lo dejó cuadripléjico, falleció este martes a los 25 años.
Tras pelearla durante casi 3 años, el trágico accidente del ex pilar esconde una historia de esfuerzo, superación y, sobre todo, unión, tanto por parte de su familia como de sus amigos y ex compañeros del SIC.
El sábado 17 de septiembre de 2016, a los 35 minutos del partido disputado entre el Zanjero y el Club Newman, el derrumbe en un scrum dejó a Jerónimo tendido en el piso y sin poder moverse. Rápidamente los médicos presentes lo asistieron y fue trasladado al Hospital Austral. Allí se detectó que sufrió el desplazamiento de la cuarta y la quinta vértebra de su columna y fue intervenido quirúrgicamente de urgencia.
Pese a que sus vértebras fueron acomodadas y soldadas, las consecuencias fueron irremediables: Jero quedó con cuadriplejia, con la parálisis total de sus miembros. Su vida cambió rotundamente. Alternaba su tiempo entre su casa, una clínica en Pilar y su club, que nunca le soltó la mano a su familia.
A partir del incidente, los amigos de Bello decidieron organizarse y acompañarlo todos los días. Fue así que organizaron sus horarios para que este nunca estuviera solo. Desde la institución tricolor realizaron campañas bajo el hashtag #DaleJeroN, en la que participaron todos los clubes de la URBA, Los Pumas y hasta los All Blacks para expresarle su apoyo al joven.
En los últimos meses del año pasado, Jero había dejado de asistir a las instalaciones de la entidad de San Isidro. Es por eso que decidió escribir una carta para explicar sus razones y agradecer la contención brindada. "Estoy pasando por un momento donde mis prioridades son básicas, principalmente sentirme bien. Y una cosa que me ayuda a sentirme bien es el SIC. […] Yo vivo al SIC de otra manera, a través de mis amigos. Me acompañaron desde el minuto cero y me siguen acompañando todos los días. Me siguen transmitiendo lo que somos como grupo. […] La perseverancia hace que todos los días no piense en todas las cosas que no puedo hacer, sino en las pocas cosas que sí puedo y cómo hacerlas mejor. […] Gracias al SIC por darme amigos y herramientas para levantarme todos los días", fue parte de lo que redactó el pasado 6 de noviembre y que fue difundido por el club.
Claro que lo sucedido con Bello no fue un caso único, pero sí marcó un antes y después en el rugby argentino. Su lesión fue la tercera de ese carácter entre fines de 2015 y principios de 2016; Juan Gastaldi del CASI e Ignacio Maeder de Duendes de Rosario fueron los otros dos afectados, también por un derrumbe de scrum. Fue así que la UAR decidió tomar medidas para que no siguiera ocurriendo.
El Consejo Directivo de la entidad madre del rugby en la Argentina, en consenso con el Área Médica, Árbitros y el Comité de Seguridad en el Juego, informó las modificaciones por medio de un comunicado dirigido a todas las Uniones que la componen. Los principales cambios fueron prohibir empujar la formación más de un metro y medio; la suma de un arbitro asistente del otro lado del scrum para advertir posibles infracciones; la penalidad con tarjeta amarilla ante cualquier infracción; la obligación de hookear, así como la habilitación para que lo hagan los pilares; entre otros detalles.
Sin embargo, tras dos años y medio de haberse puesto en práctica estas normas, la UAR decidió dar marcha atrás con algunas debido a que atentan contra el espíritu de la formación. Es por eso que a partir de junio volverá el empuje libre.