Murió el caricaturista Tabaré, autor de “Diógenes y el linyera”
Tenía 74 años. Publicó en la contratapa de Clarín, sin pausa, desde 1977. Nació en Uruguay, pero se había radicado en Argentina hace casi 50 años.
Tabaré Gómez Laborde, el reconocido humorista y caricaturista uruguayo que brilló con sus historietas, dibujos e ilustraciones, murió a los 74 años. Más conocido como Tabaré, a secas, se destacó por la tira de Clarín Diógenes y el linyera que publicó junto a Jorge Guinzburg, Carlos Abrevaya y Héctor García Blanco.
Tabaré nació en 1948 en la ciudad de La Paz, departamento de Canelones, en Uruguay. A partir de 1969 comenzó a publicar trabajos en medios argentinos, país donde se radicó en 1974.
Aunque desde que llegó al país nunca soltó su lápiz, el brillante creador estaba enfermo: murió en las últimas horas de cáncer de páncreas.
Sin embrago, su primer trabajo nada tenía que ver con el mundo de la ilustración. Arrancó a los 12 mozo en pizzerías uruguayas. Fue recién al terminar el secundario cuando probó suerte en agencias de publicidad.
Pero lo que realmente quería era dedicarse de lleno a la historieta. Ya con una serie de tiras publicadas en el diario "Hechos de Montevideo", Tabaré vislumbró que en Buenos Aires el mercado del humor gráfico estaba pasando su mejor momento.
En búsqueda de crecimiento profesional, llegó al sur del Gran Buenos Aires y se radicó sucesivamente en Banfield, Llavallol y finalmente en Turdera, el lugar que eligió para siempre y que también se coló varias veces en sus dibujos.
"Era el boom de las revistas de historietas. Me vine a ver qué pasaba y empecé a publicar en Satiricón", recuerda.
Fue así que, vía Sábat, Tabaré llegó a Clarín. "Empecé con Jorge Guinzburg y Carlos Abrevaya, que me convocaron para que dibujara, y entramos casi enseguida en el lugar de El Mago Fafá, de Alberto Bróccoli", relata Tabaré.
La historieta en cuestión se convertiría en un emblema de la contratapa. Diógenes y el Linyera siguió publicándose sin pausa en el diario desde 1977. Este martes, de hecho, basta con llegar a la última página para disfrutar de su eterna creación.
La historia del hombre que vive en la calle y que interpela la sociedad a través de sus reflexiones y de los ingeniosos remates de Diógenes, su perro fiel, salió por primera vez en 1977. En aquel entonces, debajo de Diógenes y el Linyera estaba Clemente, de Caloi. En el piso de arriba, Mutt y Jeff, una tira importada, del estadounidense Bud Fisher.
El tiempo pasó y la tira continuó, pero en los últimos años cambio los "vecinos": Erlich y Altuna en la semana, Sendra y varios más los domingos.
Tabaré era un hombre del sur del conurbano. Vivió las últimas décadas en el tranquilo barrio de Turdera. La plaza central de esa localidad de Lomas de Zamora aparecía como un escenario constante de las andanzas de Diógenes y el Linyera.
"Acá están los vecinos, los amigos, es una ciudad que transmite mucha paz. Sin edificios, muy arbolado y pasa un auto cada tanto. Me gustó esta casa y me quedé", detalló en una nota que publicó Clarín hace un par de años.
En sus décadas de carrera publicó historietas en las principales revistas humorísticas de Argentina: Humor, Super Humor, Sexhumor, Eroticón. Y también en el exterior donde brilló en "Lui" de Francia, Editorial Eura de Italia y en la revista semanal de humor "El Jueves" de España.
Las historietas más conocidas fueron El Romancero del Eustaquio, Vida Interior, El Cacique Paja Brava, Historias de No Contar, Max Calzone y Bicherío.
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