Murió Claude Chabrol, uno de los fundadores de la nouvelle vague
El renombrado cineasta francés Claude Chabrol murió hoy a la edad de 80 años. Con más de 60 películas en su haber, fue uno de los realizadores más importantes de Francia. Entre sus filmes destacan clásicos como "La mujer infiel" (1968), "Que la bestia muera" (1969) y "El carnicero" (1969).
En sus películas, Chabrol analiza críticamente y bajo lupa a la burguesía francesa, aunque con ironía y distancia, según un cable de Dpa.
Al igual que muchos de los cineastas jóvenes franceses de entonces, veneraba a Alfred Hitchcok. En muchas de sus películas se refleja la influencia de la búsqueda de lo recóndito y la ambigüedad.
Entre los temas favoritos de la obra cinematográfica de Chabrol resaltan la obsesión y la dependencia, la burguesía y la mojigatería. Muchas de sus películas ponen al desnudo la hipocresía de la burguesía y los abismos del alma humana.
Chabrol perteneció a la generación que hace más de 50 años creó la Nouvelle Vague, el movimiento de directores que rechazaba el cine establecido, anquilosado y acomodaticio. Así surgió lo que hoy se conoce como "cine de autor", cuya marca era el estilo inconfundible individual de cada director.
Desde la muerte de François Truffaut en 1984 y Eric Rohmer en 2010, Chabrol era junto con Jean-Luc Godard uno de los últimos cineastas que quedaban vivos de la Nouvelle Vague.
Nacido en París el 24 de junio de 1930 como hijo de un farmacéutico en París, se interesó ya de niño por el cine y fundó un club de cine en su garaje. Sin embargo estudió Literatura en La Sorbona, después Derecho y también Farmacia, por deseo de sus padres.
En 1943 comenzó a trabajar para la revista especializada en cine "Cahiers du Cinéma" y casi cinco años después surgió su primera película: "El bello Sergio" (1958). En 1959 ganó el Oso de Oro de la Berlinale con su segunda obra, "Los Primos". Otras de sus obras son "El caballo del orgullo" (1980) o "Los fantasmas del sombrerero" (1982). A comienzos de los años 80 comenzó a trabajar más para la televisión.
Entre sus actrices preferidas destaca Isabelle Huppert, con la que rodó, entre otros, el film de éxito "Un asunto de mujeres" (1988). Dos años después le siguió la obra "Días tranquilos en Clichy" (1990) y "Doctor M" (1990).
Chabrol trabajaba sin descanso: en los años 90 dio que hablar con las adaptaciones literarias al cine "Madame Bovary" y el drama de celos "El infierno". Una de sus últimas obras fue "Bellamy", que pudo verse en la Berlinale en 2009. Chabrol se casó tres veces y tuvo dos hijos.
Al igual que muchos de los cineastas jóvenes franceses de entonces, veneraba a Alfred Hitchcok. En muchas de sus películas se refleja la influencia de la búsqueda de lo recóndito y la ambigüedad.
Entre los temas favoritos de la obra cinematográfica de Chabrol resaltan la obsesión y la dependencia, la burguesía y la mojigatería. Muchas de sus películas ponen al desnudo la hipocresía de la burguesía y los abismos del alma humana.
Chabrol perteneció a la generación que hace más de 50 años creó la Nouvelle Vague, el movimiento de directores que rechazaba el cine establecido, anquilosado y acomodaticio. Así surgió lo que hoy se conoce como "cine de autor", cuya marca era el estilo inconfundible individual de cada director.
Desde la muerte de François Truffaut en 1984 y Eric Rohmer en 2010, Chabrol era junto con Jean-Luc Godard uno de los últimos cineastas que quedaban vivos de la Nouvelle Vague.
Nacido en París el 24 de junio de 1930 como hijo de un farmacéutico en París, se interesó ya de niño por el cine y fundó un club de cine en su garaje. Sin embargo estudió Literatura en La Sorbona, después Derecho y también Farmacia, por deseo de sus padres.
En 1943 comenzó a trabajar para la revista especializada en cine "Cahiers du Cinéma" y casi cinco años después surgió su primera película: "El bello Sergio" (1958). En 1959 ganó el Oso de Oro de la Berlinale con su segunda obra, "Los Primos". Otras de sus obras son "El caballo del orgullo" (1980) o "Los fantasmas del sombrerero" (1982). A comienzos de los años 80 comenzó a trabajar más para la televisión.
Entre sus actrices preferidas destaca Isabelle Huppert, con la que rodó, entre otros, el film de éxito "Un asunto de mujeres" (1988). Dos años después le siguió la obra "Días tranquilos en Clichy" (1990) y "Doctor M" (1990).
Chabrol trabajaba sin descanso: en los años 90 dio que hablar con las adaptaciones literarias al cine "Madame Bovary" y el drama de celos "El infierno". Una de sus últimas obras fue "Bellamy", que pudo verse en la Berlinale en 2009. Chabrol se casó tres veces y tuvo dos hijos.