Muñecas sobrenaturales: ¿moda pasajera o nuevo culto religioso?
Se venden como pan caliente y supuestamente están poseídas por ángeles o espíritus celestiales.
Las muñecas "Look Thep" (Niño Dios) han revolucionado Tailandia y su fama se ha extendido por el mundo por la peculiaridad de la superstición. Se trata de muñecas y muñecos que, en principio, no se caracterizan por algo en especial que no sea su buen diseño como otros juguetes pero, según sus promotores, la diferencia reside en que estarían poseídas por ángeles o espíritus celestiales con poderes sobrenaturales y al servicio de aquellos que las adquieran.
Convencidos de estas cualidades especiales y los beneficios que eso implicaría, los miles de creyentes que vienen comprando estos simpáticos juguetes les proporcionan un trato muy particular que ha excedido lo previsto. Los pasean en cochecitos para bebés, les brindan un espacio preferencial y solicitan comida para los muñecos en los restaurantes, les compran accesorios y cambian las vestimentas como si fuesen niños reales y hasta les reservan pasajes en avión.
Esto último es lo que ha generado más polémica puesto que comenzó a circular una advertencia sobre la posibilidad de que estos muñecos sean utilizados para transportar droga. Tal es así que, el mes pasado, la policía del aeropuerto Chiang Mai descubrió 200 tabletas de yaba (mezcla de metanfetamina y cafeína) dentro de una maleta que trasladaba a una de estas muñecas [Khaosod English, 26-01-16].
La creadora
Esta singularidad esotérica tiene su origen en Mananya Boonmme, una médium tailandesa de 49 años que actualmente vive en Nonthaburi y es conocida como "Mama Ning" [Bangkok Post, 27-01-16]. Se identifica como adoradora de Parvati, la diosa hindú de la fertilidad, y mediante rituales secretos les da vida a los muñecos: "Pongo esencia de vida en las muñecas... como semillas. Me considero el 'cuerpo' de la Diosa Parvati. Tengo a la diosa en mi corazón, por eso creé la Look Thep que significa mi 'Niño Dios'".
Su primera creación con estas características fue "Petch", un muñeco que representa a su hijo -por entonces de 17 años y con problemas de conducta- y fue motivo de inspiración para crearle un alma y revertir exitosamente la problemática del adolescente. Ahora Petch cuenta con una familia numerosísima cuyos integrantes se comercializan entre 55 y 556 dólares. "Look Thep es una muñeca que está viva. He creado un alma para que viva en la muñeca y los propietarios puedan criarlas como a sus propios hijos, pasearlas en público, al igual que un niño normal", afirma Mama Ning [Coconuts BKK, 08-06-15].
Telepatía, popularidad y buena fortuna
La creadora también sostiene que tiene una fluida comunicación telepática con sus muñecos, lo cual le permite entender sus personalidades y necesidades. Esta "fiebre muñequil" pronto se trasladó a personajes famosos y eso ayudó a la gran difusión de las Look Teph.
Las historias de quienes "adoptan" estos muñecos son aún más fantásticas y la convicción de que traen buena suerte, salud y felicidad es la regla. "La gente vino a agradecerme por cambiar sus vidas. Una pareja llevó una muñeca y ganó la lotería 17 veces...", recuerda Mama Ning, quien tuvo experiencias similares.
La devoción que profesan ciertos dueños de estos "muñecos angelicales" (como también los llaman), los conduce a pedir la consagración para sus 'criaturas' por parte de líderes espirituales. Si bien éstos los comprenden y respetan sus creencias, también les sugieren que no deben creer ni realizar rituales como si los muñecos realmente estuviesen poseídos por espíritus. Phra Winai Thitabhanyo es uno de los monjes budistas que suele bendecir las Look Thep que le acercan, pero reconoce que la gente que recurre a él tiene diferentes tipos de problemas y por tal motivo considera válida esta estrategia para ayudarlos.
Si bien muchos mencionan la inocuidad de esta creencia, otros alertan sobre sus potenciales consecuencias negativas. "Si se cruza el límite de la realidad y ellos creen que pueden hablar con las muñecas Look Thep, eso ya estaría relacionado a cuestiones de salud mental", señaló la Dra. Nattasuda Taephant, Jefa del Centro de Psicología de la Salud y Bienestar Público de la Universidad de Chulalongkorn [VOA News, 26-01-16].
Otros asocian esta nueva práctica a legendarios rituales locales de "magia negra" que incluían fetos humanos muertos y disecados para fabricar amuletos denominados "Kuman Thong" (niño dorado) porque eran cubiertos por una especie de laca y oro. Un brujo era el encargado de invocar espíritus de niños fallecidos para que albergaran esos fetos y, una vez completado el ritual, el feliz poseedor de ese amuleto simulaba la adopción de un niño e interactuaba brindándole cuidados -similares a los que actualmente ofrecen a las Look Thep- para que le trajera buena fortuna [Bangkok Post, 24-11-14].
Cualquier parecido con la realidad ¿es pura coincidencia?No es fácil establecer una línea divisoria que justifique la conocida advertencia que aparece en las películas, pero sí es válida la sospecha de que ficción y realidad se potencian y retroalimentan, especialmente en cuestiones supersticiosas.
El cine tiene una larga lista de títulos donde los muñecos adquieren vida, interactúan con los humanos, ostentan poderes y los ejercen para bien o para mal. Desde la exitosa irrupción cinematográfica del muñeco diabólico "Hugo" ("Devil Doll", 1964), las criaturas terroríficas similares se han multiplicado.
Mama Ning también menciona, en una entrevista televisiva, que entre sus compradores se encuentran personas que han perdido a sus hijos y, a partir de la 'adopción' de una Look Thep, "sus vidas han cambiado". Pues bien, y vaya casualidad, hace pocos días se ha estrenado un nuevo film donde esta relación está sobredimensionada hasta el límite escalofriante que toda película de terror merece.
El pensamiento mágico-religioso no es patrimonio de los adoradores de las Look Teph. Si la veneración a estatuillas, imágenes, reliquias y diversos objetos ha sobrevivido en varias religiones y cultos populares, ¿quién puede asegurar que esta "nueva" devoción desaparecerá rápidamente?