Mujer verdaderamente roquera
No es precisamente fanática del rock, sino de las rocas, que es algo bien distinto.
Ya sabemos que hay gente que come jabón, esponjas y otros materiales inusuales. Pero ¿rocas? ¿Cómo hacés para comerte una roca?
Teresa Widener, de 45 años, come piedras hace 20 años y en ese período consumió el equivalente a 1.360 kilogramos que es lo que más o menos pesa una ballena jorobada.
Es madre de dos hijos y afirma que las rocas son su comida por excelencia, pero desde que se casó su hábito cambió drásticamente.
“Jim me hace tan feliz que comencé a comer menos”, dijo Widener. “Pero todos tenemos días malos y cuando tengo uno, solo las rocas pueden hacerme sentir mejor”.
Mientras pasea con su marido, la señora Widener elige las piedras que se va a mandar en su casa de Bedford, Virginia, EE.UU. Esta mujer es otra de tantas que tienen la enfermedad conocida como PICA, que crea obsesiones por comer objetos extraños.
Teresa Widener, de 45 años, come piedras hace 20 años y en ese período consumió el equivalente a 1.360 kilogramos que es lo que más o menos pesa una ballena jorobada.
Es madre de dos hijos y afirma que las rocas son su comida por excelencia, pero desde que se casó su hábito cambió drásticamente.
“Jim me hace tan feliz que comencé a comer menos”, dijo Widener. “Pero todos tenemos días malos y cuando tengo uno, solo las rocas pueden hacerme sentir mejor”.
Mientras pasea con su marido, la señora Widener elige las piedras que se va a mandar en su casa de Bedford, Virginia, EE.UU. Esta mujer es otra de tantas que tienen la enfermedad conocida como PICA, que crea obsesiones por comer objetos extraños.