Muerte joven en delitos, choques y alcohol: un holocausto cotidiano
En las últimas horas, un acto delictivo en Villa Celina y una supuesta picada en Martínez se cobraron dos víctimas fatales de menos de 25 años.
Es un verdadero holocausto cotidiano lo que está pasando con los jóvenes y la muerte. José Barrientos, un chico boliviano de 23 años, murió en el medio de una balacera tras un violento robo en Villa Celina, que causó la indignación del barrio porque los delincuentes estaban vestidos como policías, mientras que en Martínez Ariel Capenti, de 18 años, se mató en una supuesta picada.
En "Chiche en Vivo", el comisario general de la policía Bonaerense, Hugo Matzkin, el periodista Paulo Kablan y el director de CESVI Argentina, Fabián Pons, analizaron estos casos que conmueven a la opinión pública.
En ese sentido, Matzkin explicó por qué relevaron a la cúpula de la comisaría: "En principio nosotros lo que hicimos por una cuestión de transparencia es que si hay dudas sobre el desempeño policial corresponde que se aparte el personal para que la investigación sea clara y transparente".
"Yo prefiero pedirle disculpas a un compañero y no pedirle perdón a un ciudadano. Si yo encubro no puedo mirar a los ojos al ciudadano", expresó el Comisario General.
Sobre este punto, Kablan brindó más información: "Lo que llegó a oídos del comisario general Matzkin es que en esa cuadra funcionaba un taller clandestino. Hubo un robo, pero con ciertas características que tiene información. Además los vecinos decían que cuando la policía iba al lugar pedían plata".
A su vez el periodista comentó por qué Barrientos, que era sobrino y vecino de la familia que fue asaltada, terminó en medio del tiroteo: "Los vecinos se cruzaron con los delincuentes, y hubo una pelea. Encontraron en el lugar dos gorros de la Policía Federal y un gorro de Gendarmería. En ese tiroteo, Barrientos recibió un disparo en el tórax. Él con los vecinos se enfrentaron sin armas a los delincuentes".
Además, el director de CESVI Argentina, Fabián Pons, se refirió al trágico accidente en el que murió Ariel Capenti: "El impacto es lateral sobre el lado de la puerta, y no es necesario que sea un impacto de alta velocidad para que el accidente tenga consecuencias. La curva de Libertador y Pacheco es peligrosa, y además la gente va a mucha velocidad".
"Son chicos sin experiencia, andando a una velocidad alta y en un auto que no es de ellos. Además, cuando el auto se descontrola no saben qué hacer. No es solamente padecer la muerte del chico, sino que además le quedan las secuelas a los pasajeros que sobrevivieron. Por un herido grave se afecta laboralmente a cuatro personas de su entorno", explicó Pons.
Por último, el director del CESVI comentó por qué la esquina de Libertador y Pacheco es conocida como la "curva de la muerte": "Hubo muchos choques en motos y auto en esa zona. Es una curva muy conocida y muy tentadora para estos chicos para andar fuerte ahí, pero es un lugar muy peligroso".