Muerte en un super en Lanús, tras un intento de robo
Tres asaltantes fueron hacia una de las cajas, pero un policía de civil estaba pagando su compra, se identificó ante ellos y se desató un tiroteo que generó pánico entre los clientes presentes.
En un supermercado de la localidad de Remedios de Escalada, en el partido de Lanús, se vivieron momentos de tensión y pánico en cuestión de segundos, tras un tiroteo que terminó en tragedia. Es que tres ladrones quisieron robar una de las cajas, cuando había unos 30 clientes efectuando sus compras.
El resultado fue fatal: un policía de la Federal y dos delincuentes murieron baleados. Ocurrió en el supermercado Vea, ubicado en la avenida Hipólito Yrigoyen al 6100, a la altura de la estación de trenes de Remedios de Escalada, del partido antes mencionado.
Mientras el pánico se apoderaba de los clientes y empleados, uno de los asaltantes cayó muerto al lado de la caja, pero antes le disparó al policía, quien murió al instante. Otro de los delincuentes recibió un balazo en el pecho, pero logró fugarse con el tercero en un auto que habían robado, según los datos, en Avellaneda.
Apenas hicieron tres cuadras, se estrellaron contra un poste de luz, porque el delincuente herido, que era quien conducía, perdió el control del vehículo. Anoche, el auto chocado seguía en el lugar, con el delincuente muerto al volante, en medio de peritos y vecinos que se acercaban a ver lo que había ocurrido. El tercer ladrón escapó por los techos de unas casas y ayer estaba siendo buscado intensamente.
"Fue todo caótico. Se escucharon varios disparos. Algunos decían que los tres pibes que quisieron robar ya habían asaltado por la zona otras veces e incluso habían tenido un intento de robo a este negocio", comentó una clienta del supermercado al diario Clarín.
Finalmente, algo insólito sucedió cerca de las diez de la noche, cuando el fiscal de Lomas de Zamora Juan José Vaello trataba de determinar la identidad de los delincuentes fallecidos. Es que una joven embarazada entró al supermercado y minutos más tarde salió llorando porque había reconocido a uno de los ladrones muertos: era su pareja. Al instante, varios vecinos la insultaron y la corrieron hasta que un policía logró llevársela a un patrullero.