Muerte de la pareja del guitarrista de Virus: sadomasoquismo, misterio y el dato que podría definir la causa
La investigación está centrada en conocer si hubo consentimiento en la práctica sexual que le provocó la muerte a la chilena Andrea Rojas Murillo. El fiscal recopila pruebas para decidir una posible imputación al guitarrista de Virus.
Asoman días clave para el esclarecimiento de la muerte de Andrea Rojas Murillo, amante de Julio Moura, guitarrista de Virus. La Justicia ordenó una serie de pericias para averiguar si la práctica sexual que le arrebató la vida a la mujer chilena fue consentida o no. Los resultados determinarán si el músico es imputado o, como hasta ahora, permanece libre de culpa y cargo.
“Los próximos pasos apuntan básicamente a certificar la existencia del consentimiento en ese tipo de práctica”, explicó a TN una fuente clave de la investigación. Este martes, en un laboratorio de la Procuración General del Ministerio Público Fiscal se analizarán los teléfonos de Moura y de la víctima, además de una notebook que había en la casa del artista en Villa Elisa, partido de La Plata, donde ocurrió la muerte.
La gran incógnita que rodea el caso es saber si Rojas Murillo murió accidentalmente o si alrededor del hecho existe una responsabilidad más grave atribuible a Moura. “La idea es buscar en él un determinado perfil que pueda vincularse con esas prácticas”, subrayó la fuente, y adelantó que el músico será sometido a una pericia psiquiátrica en las próximas horas.
“En el análisis del teléfono de ella también se va a buscar información referida a lo mismo y la reconstrucción de su contexto. Queremos sacar datos de su núcleo íntimo para indagar en ese punto”, amplió el investigador. Otro objeto de análisis serán las redes sociales: “Se va a pedir la conservación de los diferentes perfiles de ambos para luego examinarlos”.
El informe preliminar de la autopsia a cargo de la Morgue Policial de La Plata estableció que la muerte se produjo por “compresión extrínseca cervical producto de ahorcadura”. La madrugada del 3 de enero, cuando los detectives llegaron a la casa ubicada en las calles 419 y 131, encontraron el cuerpo de la mujer tirado en el piso del living. Tenía una soga alrededor del cuello y estaba atado a un tirante del techo.
“La mujer murió en el inicio de la práctica sexual”
De inmediato, ganó fuerza la hipótesis de que algo falló durante un juego sadomasoquista, coincidente con la versión -extrajudicial- ofrecida por el propio Moura. “La muerte se produjo al inicio de la práctica sexual”, aseguró la fuente.
Envuelto en desesperación al ver que Rojas Murillo se había desvanecido, el guitarrista llamó a Lucía Castelli, su ex y madre de sus dos hijos: ella también estaba cuando los policías llegaron a la casa, donde además encontraron látigos, objetos sexuales y restos de cocaína. Las pruebas que intenta recolectar la Justicia también incluyen pericias toxicológicas.
La relación entre Moura y la víctima había nacido a través de las redes sociales y era fruto de la admiración. A mediados de los 80, cuando era una adolescente, Rojas Murillo quedó encandilada por la música de Virus, uno de los grupos que en aquella época escribía capítulos dorados en la historia del rock nacional. Su perfil en las distintas redes sociales exhibía esa devoción: buena parte de sus publicaciones eran sobre la banda y sus integrantes, con énfasis en los hermanos Federico -fallecido en 1988- y Julio Moura.
Actualmente la mujer vivía en Villarrica, al sur de Chile. Había viajado a la Argentina para encontrarse con el músico, con quien había entablado un diálogo virtual hacía dos años hasta que, meses atrás, finalmente lo conoció en persona en una excursión anterior a Buenos Aires.
La familia de Rojas Murillo desmintió una relación amorosa con Moura, al menos en el plano formal. A través de un comunicado, reclamó “el esclarecimiento de los hechos que desencadenaron la defunción de Andrea, a la espera de que se establezcan fehacientemente sus causas y se determinen eventuales responsabilidades penales”. El consulado de Chile en Buenos Aires pidió la repatriación del cuerpo. “Es algo se está analizando”, mencionó la fuente consultada por TN.
Qué escenarios enfrenta Julio Moura ante la Justicia
La carátula de la causa es -hasta el momento- “averiguación de causales de muerte”, según la disposición del fiscal Gonzalo Petit Bosnic. Si el resultado de las pericias determinara una eventual imputación a Moura, los escenarios serían los siguientes:
- “Homicidio culposo”: con condenas de 1 a 5 años de prisión, extensibles a 6 años en caso de agravantes. Se aplica cuando se comprueba un accionar negligente o una impericia, aunque sin intención de matar. Ante una hipótesis que contemplara ese tipo de delito, Moura podría verse beneficiado por su falta de antecedentes y morigerar una pena de cumplimiento efectivo para cumplir una condena en ejecución condicional.
- “Homicidio con dolo eventual”: prevé penas de entre 8 y 25 años de cárcel. Se aplicaría si la Justicia logra probar que el implicado pudo haberse representado el riesgo de muerte y, aun así, decidió continuar.
- “Homicidio preterintencional”: que contempla penas similares al “homicidio culposo”. Ocurre cuando el autor no busca ni quiere la muerte, y esta es una consecuencia secundaria e imprevista de otra acción dolosa. Sería la hipótesis que ganaría peso si se prueba que la práctica sexual fue consentida.
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