Moyano, Saadi y los medios
*Por Miguel Wiñazki. Una coincidencia fuerte une a los intelectuales K con Ramón Saadi y con otro progresista como Hugo Moyano: "los medios fabulan", eso creen y propagan.
Tras el triunfo en las urnas de Lucía Corpacci enarbolando el estandarte del Frente para la Victoria, la gobernadora electa reinvidicó a su primo Ramón, se abrazó con él fervientemente e imputó a los medios por haber configurado una figura engañosa de su pariente.
"Saadi no es sinónimo de mala palabra. Ramón no es el demonio que plantean los medios". Y embistió de nuevo: el caso de María Soledad "no fue como lo mostraron los medios". "Fue un crimen pasional", dijo Saadi a su vez en referencia al espantoso asesinato de María Soledad Morales. " Es todo una fábula . Creo que ha sido la primera acción mediática que se llevó a cabo en la Argentina".
El vínculo simbólico del oficialismo con los 70 abrió otra línea de alianza histórica, ahora con los 90. "La acción mediática" que concibe Ramón Saadi es análoga a la "construcción del relato mediático" , que les imputan los cerebros K a los periodistas.
El caso de la violación reiterada y el asesinato de María Soledad Morales desnudó lo peor de los 90, la impunidad de los gobernantes, los privilegios de los hijos del poder, la corrupción desenfrenada, el secretismo, el caudillismo, el machismo homicida y la violencia contra los más débiles.
Este cronista cubrió, como tantos otros, el caso de María Soledad en Catamarca y la sensación era que siempre resultaban escasas las palabras para transmitir tanta obscenidad de la familia entonces gobernante . Carlos Menem apuntaló a los Saadi y su enviado Luis Abelardo Patti, condenado luego por crímenes aberrantes, colaboró con ellos "investigando" y cuidando de no rozar a la corporación política reinante.
Lo que horadó el sultanato de los Saadi fue la movilización estudiantil y la guía moral de la monja Pelloni.
Los periodistas lo reflejaron . Aquellas marchas eran reprimidas por el saadismo que no ahorraba palazos contra las compañeras de escuela de María Soledad.
El nuevo "Noventismo" K irrumpió sin tapujos. La resurrecta santurronería de Saadi y su antiperiodismo feudal lo exhibe y evidencia.