Moyano define esta semana: el acercamiento o la separación
*Por Carlos Burgueño. El Gobierno y Hugo Moyano definirán esta semana, para bien o para mal, si hay margen para una convivencia pacífica, o si definitivamente ingresan en un conflicto en espiral ascendente.
Si el sindicato de camioneros decide profundizar el conflicto en el sur con una distribuidora de gas y un correo privado, cuestión que para el Ejecutivo es un tema menor y en vía de solución, lanzando una movilización; el Gobierno lo interpretará como un llamado a profundizar los problemas de relación del titular de la CGT con el kirchnerismo. Si, por el contrario, Hugo y Pablo Moyano, el secretario adjunto de camioneros que está negociando en el conflicto, bajan la guardia, suspenden el llamado a huelga en todo el país y marcha por la Capital Federal a la Casa Rosada y al Ministerio de Trabajo que dirige Carlos Tomada; desde el oficialismo se tomará la decisión como un gesto de buena voluntad para mejorar las relaciones.
El Gobierno tomó muy a mal que el viernes pasado Pablo Moyano se haya levantado de la mesa de discusiones entre el sindicato, la empresa Camuzzi Gas del Sur y Correos del Sur SRL; cuando las partes estaban cerca de un posible acuerdo. Según lo que se interpretó, el hijo del titular del gremio de camioneros buscó, adrede, patear el tablero y extender el conflicto para que se justifiquen protestas mayores. El problema en el sur no es un caso importante. Es un conflicto de miles que hay por año y que se puede solucionar en una o dos jornadas de negociaciones. Tuvimos muchos con Moyano y con otros gremios durante estos años, y siempre se llegó a un acuerdo. Ahora la posición es distinta y se nota que buscan presionar para profundizar el conflicto, reflexionaba ante este diario un alto funcionario del Gobierno, que mira de cerca la evolución de los actos moyanistas. Según se mencionaba este fin de semana, en un momento el hijo de Moyano hasta se habría molestado porque Tomada no estaba en la reunión con las empresas.
Este fin de semana, y tal como lo adelantó este diario, de concretarse la amenaza de los Moyano de organizar una movilización y llamar a la huelga del sector, se estudiará una sanción concreta por estar violando la tregua impuesta por el régimen de conciliación obligatoria desde el 19 de enero, que impide paros o marchas mientras haya negociación abierta en Trabajo. En este sentido, el camionero y su hijo optaron por un clásico: adujeron que no recibieron el telegrama del ministerio que indicaba que la conciliación está vigente; algo que desde el ministerio se envió hace 15 días.
Para la visión del Gobierno, Moyano presiona para que no haya acuerdo en el conflicto. En realidad, la cuestión de fondo no involucra a la distribuidora de gas, sino a una empresa que no ganó una licitación y no tiene más relación con la compañía desde el 31 de diciembre pasado al haberse terminado un contrato que no fue renovado. Camuzzi aclaró, además, que desde ese día, por el mismo servicio contrató al Correo Argentino, con una tarifa sensiblemente menor. Luego, Correos del Sur habría despedido a 200 trabajadores, medida que ahora está suspendida. Mientras tanto, y pese a que rige la conciliación obligatoria, Moyano mantiene bloqueadas las oficinas de Camuzzi en Río Gallegos, Trelew, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, Neuquén y Cipoletti. Según la compañía, las acciones de Moyano están indebidamente direccionadas.
Para el Gobierno, Moyano encontró el conflicto con Camuzzi para poder lanzarse a un enfrentamiento con el oficialismo con un tema laboral sobre la mesa, y no con las cuestiones políticas que separan al titular de la CGT con el kirchnerismo.
Ayer las divisiones continuaron planteándose desde las huestes del sindicalista. El diputado nacional y titular del gremio de Canillitas, Omar Plaini, advirtió al Gobierno de que «que no le manden mensajes» al secretario general de la CGT, Hugo Moyano, al tiempo que pronosticó que «no se vienen momentos simples» en referencia a los porcentajes de aumento salarial que intenta fijar el Ejecutivo. En paralelo, el secretario gremial de Camioneros Marcelo Aparicio amenazó que esta semana va a ser «muy intensa, en la que puede haber demasiados conflictos», y anticipó: Con cinco llamados telefónicos podemos tener toda la actividad parada.
El Gobierno tomó muy a mal que el viernes pasado Pablo Moyano se haya levantado de la mesa de discusiones entre el sindicato, la empresa Camuzzi Gas del Sur y Correos del Sur SRL; cuando las partes estaban cerca de un posible acuerdo. Según lo que se interpretó, el hijo del titular del gremio de camioneros buscó, adrede, patear el tablero y extender el conflicto para que se justifiquen protestas mayores. El problema en el sur no es un caso importante. Es un conflicto de miles que hay por año y que se puede solucionar en una o dos jornadas de negociaciones. Tuvimos muchos con Moyano y con otros gremios durante estos años, y siempre se llegó a un acuerdo. Ahora la posición es distinta y se nota que buscan presionar para profundizar el conflicto, reflexionaba ante este diario un alto funcionario del Gobierno, que mira de cerca la evolución de los actos moyanistas. Según se mencionaba este fin de semana, en un momento el hijo de Moyano hasta se habría molestado porque Tomada no estaba en la reunión con las empresas.
Este fin de semana, y tal como lo adelantó este diario, de concretarse la amenaza de los Moyano de organizar una movilización y llamar a la huelga del sector, se estudiará una sanción concreta por estar violando la tregua impuesta por el régimen de conciliación obligatoria desde el 19 de enero, que impide paros o marchas mientras haya negociación abierta en Trabajo. En este sentido, el camionero y su hijo optaron por un clásico: adujeron que no recibieron el telegrama del ministerio que indicaba que la conciliación está vigente; algo que desde el ministerio se envió hace 15 días.
Para la visión del Gobierno, Moyano presiona para que no haya acuerdo en el conflicto. En realidad, la cuestión de fondo no involucra a la distribuidora de gas, sino a una empresa que no ganó una licitación y no tiene más relación con la compañía desde el 31 de diciembre pasado al haberse terminado un contrato que no fue renovado. Camuzzi aclaró, además, que desde ese día, por el mismo servicio contrató al Correo Argentino, con una tarifa sensiblemente menor. Luego, Correos del Sur habría despedido a 200 trabajadores, medida que ahora está suspendida. Mientras tanto, y pese a que rige la conciliación obligatoria, Moyano mantiene bloqueadas las oficinas de Camuzzi en Río Gallegos, Trelew, Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, Neuquén y Cipoletti. Según la compañía, las acciones de Moyano están indebidamente direccionadas.
Para el Gobierno, Moyano encontró el conflicto con Camuzzi para poder lanzarse a un enfrentamiento con el oficialismo con un tema laboral sobre la mesa, y no con las cuestiones políticas que separan al titular de la CGT con el kirchnerismo.
Ayer las divisiones continuaron planteándose desde las huestes del sindicalista. El diputado nacional y titular del gremio de Canillitas, Omar Plaini, advirtió al Gobierno de que «que no le manden mensajes» al secretario general de la CGT, Hugo Moyano, al tiempo que pronosticó que «no se vienen momentos simples» en referencia a los porcentajes de aumento salarial que intenta fijar el Ejecutivo. En paralelo, el secretario gremial de Camioneros Marcelo Aparicio amenazó que esta semana va a ser «muy intensa, en la que puede haber demasiados conflictos», y anticipó: Con cinco llamados telefónicos podemos tener toda la actividad parada.