Morir a los 12 por una materia
Víctor era abanderado y no le gustaba hacer educación física. Pidió que le dieran otra materia para no cursarla, pero se la negaron y se mató con el arma de su abuelo.
A los 12 años, Víctor era uno de los mejores alumnos de la escuela a la que concurría en Temperley y llevaba orgulloso la bandera nacional en los actos escolares. Pero había algo que no le gustaba y eso era educación física.
Según informó hoy el matutino Clarín, el martes pasado alguien lo empujó, se golpeó el hombro y tres días después, su mamá fue al colegio para hablar de los hematomas de su hijo y pedir que lo dejaran cursar otra materia a cambio. La directora del establecimiento le dijo que debía cursar educación física "porque era una materia más".
Cuando Víctor se enteró, se sentó en la cama, apagó la luz y se puso a ver la tele. La abuela fue a calentar el puré y unos minutos más tarde, escuchó el disparo. El niño había robado la pistola calibre 22 del abuelo, ex empleado de seguridad, y se disparó en la cabeza.
"No le gustaba hacer gimnasia ni jugar al fútbol. Y estaba mal porque en el colegio le dijeron que tenía que ir sino iba a perder el año. ¿Qué chico le pide a la maestra que le de más para estudiar para no hacer gimnasia?", sostuvo ayer José, su abuelo, que tenía una relación muy estrecha con el niño.
Víctor le decía "papi" a su abuelo porque su mamá, que tiene una discapacidad mental, quedó embarazada de él después de ser abusada sexualmente.
Según informó hoy el matutino Clarín, el martes pasado alguien lo empujó, se golpeó el hombro y tres días después, su mamá fue al colegio para hablar de los hematomas de su hijo y pedir que lo dejaran cursar otra materia a cambio. La directora del establecimiento le dijo que debía cursar educación física "porque era una materia más".
Cuando Víctor se enteró, se sentó en la cama, apagó la luz y se puso a ver la tele. La abuela fue a calentar el puré y unos minutos más tarde, escuchó el disparo. El niño había robado la pistola calibre 22 del abuelo, ex empleado de seguridad, y se disparó en la cabeza.
"No le gustaba hacer gimnasia ni jugar al fútbol. Y estaba mal porque en el colegio le dijeron que tenía que ir sino iba a perder el año. ¿Qué chico le pide a la maestra que le de más para estudiar para no hacer gimnasia?", sostuvo ayer José, su abuelo, que tenía una relación muy estrecha con el niño.
Víctor le decía "papi" a su abuelo porque su mamá, que tiene una discapacidad mental, quedó embarazada de él después de ser abusada sexualmente.