Moria Casán: "Le dije a Sofía que si seguía así le iba a sacar a la nena"
El escándalo entre madre (Moria Casán) e hija (Sofía Gala) sigue y ahora la nueva "rehén" de esta historia sería la pequeña Helena.
Que Moria Casán es una persona que no tiene filtro a la hora de declarar es conocido, pero que ahora su verborragia haya caído sobre su hija, Sofía Gala, es sorprendente. Tras el escándalo de ayer entre madre e hija, la diva volvió a disparar munición pesada contra la actriz, con amenaza incluida sobre la tenencia de su nieta.
En ese sentido, la diva criticó el poco compromiso de su hija: ""Ella se cansa más. No tiene la cultura del trabajo. No me podía comunicar desde el mediodía. Hablé con todo el mundo, yo no me atemoricé, pero tomé precauciones. No contestaba nada, ni ella ni el marido, me inquieté. Con esa carga me llamaron y largué todo".
"Es muy incómodo trabajar con los hijos, tiene el síndrome de Peter Pan, no quiere crecer. En algunas cosas es muy adulta y en otras, una nena que te pasa facturas y rebeldías. Es el único trabajo que tiene que hacer, con muy buen sueldo, dejate de joder. Estoy harta de prepararle la vida. Me cansé, me siento una proveedora. Les he regalado pasajes a ella y a su marido para que se vayan de vacaciones. No les importa nada, me siento usada", comentó Moria.
En el mundo de Sofía Gala siempre sobrevoló una posible adicción a las drogas, y la diva se refirió a eso: "Siempre está de mal humor, tiene que tener a alguien que la ayude por los cambios de humor. El tema de la droga no se puede tomar banalmente. Una cosa es decir que fuma un porro y otra es consumir. Si ella tiene cambios de carácter, duerme más de lo normal, son alertas. Cuando Sofía era adolescente traté con especialista en adicciones y me dijo que no tenía las características de ser una adicta".
"Me pone mal que no entienda que tiene una responsabilidad. Cada vez que me encuentro con ella me da un panic attack. A ella le agarra la incomodidad de trabajar conmigo porque soy la mamá. Ella tiene que modificar su modo de vida. No se puede cansar como se cansa, tiene que dejar de ser sedentaria, vivir más el día. Tiene una hija. A Helena la tuve todo el sábado y Sofía no me llamó nunca para ver cómo estaba", comentó.
Por último, Moria fue tajante: "Sofía necesita ayuda. Su entorno no la ayuda. Yo rezo un Padre Nuestro cuando voy a la casa y no deprimirme. El marido y los amigos no la ayudan. Es como un combo de ineptitud. Si sigue así le voy a sacar a la nena".