Moria al límite: pedirá la tenencia de su nieta Helena si Sofía Gala se desborda
Tras el escándalo de ayer por la irresponsabilidad de Sofía Gala por llegar tarde a la grabación de "Malas muchachas" en C5N, la diva explicó lo ocurrido.
Hoy Moria habló en Intrusos y explicó bien lo sucedido: "Helenita -hija de Sofía Gala- el 10 de octubre dijo 'El amor es doloroso, torpe pero hermoso'. Ella, de cinco años. Con los hijos todo se potencia. Esta situación venía del sábado, no tuve noticias, le dije que teníamos grabación, que a las 15 tenía que estar, le dije que tenía función después. El domingo me comuniqué una vez, ella se manda esos bordes, yo nunca la invado, tiene sus cosas, trabajo mucho, tiene su marido, pero cuando es el trabajo, yo la sobrevuelo".
Luego continuó con su relato: "Ella se cansa más. No tiene la cultura del trabajo. No me podía comunicar desde el mediodía. Hablé con todo el mundo, yo no me atemoricé, pero tome precauciones. No contestaba nada, ni ella ni el marido, me inquieté. Con esa carga me llamaron y largué todo".
A la hora de hablar de la relación madre e hija, Moria fue precisa: "Es muy incómodo trabajar con los hijos, tiene el síndrome de Peter Pan, no quiere crecer. En algunas cosas es muy adulta y en otras, una nena que te pasa facturas y rebeldías. Es el único trabajo que tiene que hacer, con muy buen sueldo, dejate de joder. Estoy harta de prepararle la vida. Me cansé, me siento una proveedora. Les he regalado pasajes a ella y a su marido para que se vayan de vacaciones. No les importa nada, me siento usada".
También habló del presente personal de su hija: "Siempre está de mal humor, tiene que tener a alguien que la ayude por los cambios de humor. El tema de la droga no se puede tomar banalmente. Una cosa es decir que fuma un porro y otra es consumir. Si ella tiene cambios de carácter, duerme más de lo normal, son alertas. Cuando Sofía era adolescente traté con especialista en adicciones y me dijo que no tenía las características de ser una adicta. Hay que ser serios y estar alerta. La droga nunca es buena, provoca cambios de carácter, irritabilidad, el sueño... No estoy preocupada, estoy ocupada. Me pone mal que no entienda que tiene una responsabilidad. Cada vez que me encuentro con ella me da un panic attack. A ella le agarra la incomodidad de trabajar conmigo porque soy la mamá. Ella tiene que modificar su modo de vida. No se puede cansar como se cansa, tiene que dejar de ser sedentaria, vivir más el día. Tiene una hija. A Helena la tuve todo el sábado y Sofía no me llamó nunca para ver cómo estaba".
Por último, fue clara en su mensaje: "Sofía necesita ayuda. Su entorno no la ayuda. Yo rezo un Padre Nuestro cuando voy a la casa y no deprimirme. El marido y los amigos no la ayudan. Es como un combo de ineptitud".