Mordeme, ¡pero no justo "ahí"!
Una serpiente se incorporó, tal vez porque estaba "alzada", valga la redundancia.
Afortunadamente –si se puede usar el término- la víbora no era venenosa y al hombre no le pasó nada a juzgar por su sentido del humor ya que hizo chistes sobre el ataque. Contó al personal de emergencia del Centro Médico Rambam, en Haifa, que se dio cuenta que la serpiente lo estaba atacando cuando tuvo la sensación de que su pene estaba ardiendo. Cuando miró hacia abajo, vio a la pequeña víbora.
Los paramédicos dijeron que la víctima estaba de buen ánimo a pesar del infortunado encuentro, aunque un poco estresado ya que a pesar de que el animalito no era venenoso, la mordida le podría haber dejado marcas.
No creemos que las serpientes tengan el hábito de morder el miembro masculino, pero echar una miradita cuando uno va al baño, antes de sentarse en el inodoro, no estaría nada mal.