Misterios de un Beatle en la Argentina
Acostumbrado a escapar del acoso de los fans y la prensa desde sus tiempos de Beatle en la década del ?60, Paul McCartney y su comitiva despistaron a todos.
Sin duda Paul McCartney es una de las personalidades más importantes que habitan la Tierra. Es el más destacado de los dos Beatles que aún viven, un grupo musical que, entre otras pavadas, cambió prácticamente la historia la humanidad (¿hace falta a esta altura contar el significado de los Beatles?), y si no pregúntenle a Charly García, quién a los 12 años ya era Profesor de teoría y Solfeos, hasta que en 1963 descubrió a los Beatles y se volcó de lleno a cambiar la música nacional.
Pues bien, el tema es que la Argentina y los argentinos tienen, desde el lunes a la 1.24 de la madrugada, el privilegio y el honor de contar nuevamente con la presencia de Sir Paul McCartney en territorio patrio.
McCartney arribó a nuestro país en el más absoluto hermetismo bajo una leve llovizna al aeropuerto internacional de Ezeiza, y en un vuelo privado de Gulfstream con capacidad para 16 pasajeros. Una vez arribado, en la pista abordó un auto que según trascendió lo trasladó directamente a una quinta alquilada en Pilar por los productores. Allí se encontraría descansando y preparando los dos shows que ofrecerá el miércoles y el jueves en el estadio de River Plate.
Previamente, se supo que las autoridades del Aeropuerto Internacional Rosario habían recibido un pedido de parte de la aeronave que lo transportaba procedente de Brasil para aterrizar en la pista local. El permiso fue otorgado pero a la noche fue cancelado por la misma empresa aérea privada solicitante. A través de Jorge Ramírez, del área de Comunicación e Imagen, la aeroestación indicó que el arribo del Beatle a Rosario pretendía esquivar el caos reinante en los últimos días en el Aeropuerto de Ezeiza. Sin embargo se terminó optando por este último.
Procedente de la ciudad brasileña de Porto Alegre donde actuó el domingo ante 50 mil personas, la crónica de ese show dice que durante 3 horas interpretó ¡33 temas! e hizo subir al escenario a algunos seguidores, a quienes les firmó autógrafos en su brazo para convertirlos en tatuajes. Durante su presentación, tocó bajo, guitarra y piano, y abrió el concierto con "Venus and mars" de los Wings. Después interpretó "Jet", "Let me Roll It", "The Long and Winding Road", "Blackbird", "Band on the Run", "I’ve Got a Feeling", "Let it Be", "Get Back" y "Yesterday". También realizó homenajes a su esposa fallecida Linda Eastman, y a sus también compañeros fallecidos John Lennon y George Harrison, de quienes interpreta "Give peace a chance", y "Something".
Se dice que el cachet del artista es de dos millones de dólares, y esto explicaría en parte el el precio de las entradas más caras: 6400 pesos, es decir unos ¡1600 dólares!. Vendidas como un paquete llamado "Front Row Package", incluyen además del ticket para un asiento en las dos primeras filas; el acceso a la prueba de sonido; bienvenida antes del show; merchandising; pase colgante de colección (que seguramente en unos años servirán para recuperar la inversión); y personal de guía en el evento.
De todas formas se pusieron a la venta tickets para todos los bolsillos que fueron desde la cifra mencionada hasta los 200 pesos, y están todos agotados. Sin embargo, para los valientes existe un importante mercado negro de reventa de entradas en diferentes páginas de internet, las que se pueden comprar en cómodas cuotas con tarjeta de crédito. La más cara ofertada está a 4000 pesos en sector Vip Platinum, pero también se consiguen para la Platea Alta Belgrano a 700 pesos (cuidado con las entradas falsas).