Misiones: sigue la rebelión policial
Centenares de policías misioneros continúan acuartelados en la División Comando Radioeléctrico de Posadas en reclamo de mejoras salariales y el levantamiento de sanciones.
Centenares de policías misioneros continúan acuartelados en la División Comando Radioeléctrico de Posadas en reclamo de mejoras salariales y el levantamiento de sanciones a un grupo de efectivos que el año pasado intentó conformar un gremio en la institución.
Durante las últimas horas se sumaron al reclamo, que comenzó el martes por la noche, efectivos de las localidades de Puerto Iguazú, Campo Grande, Oberá, Eldorado y Bernardo de Irigoyen.
También protestaban junto con los efectivos policiales familiares de uniformados.
Hasta ayer, los policías acuartelados sumaban más de 700, un número importante si se tiene en cuenta que la fuerza tiene unos 6.500 integrantes.
Durante la tarde de ayer se difundió un escrito en el que los policías enumeraron los principales reclamos: un sueldo básico de dos mil pesos, el levantamiento de las sanciones a los sumariados y equipamientos.
En ese contexto, el jefe de la Policía, Benjamin Roa, rechazó de plano la posibilidad de acceder a la conformación de un gremio policial, y aclaró que la cuestión salarial es "negociable".
En el petitorio, dirigido al gobernador Maurice Closs y "al conjunto de los habitantes de la Provincia", los uniformados aseguraron que no tienen como intención "desestabilizar al gobierno" ni "provocar disturbios", aunque se ampararon en "el derecho constitucional a huelga y a reclamo por mejores condiciones salariales" como ciudadanos argentinos.
Durante las últimas horas se sumaron al reclamo, que comenzó el martes por la noche, efectivos de las localidades de Puerto Iguazú, Campo Grande, Oberá, Eldorado y Bernardo de Irigoyen.
También protestaban junto con los efectivos policiales familiares de uniformados.
Hasta ayer, los policías acuartelados sumaban más de 700, un número importante si se tiene en cuenta que la fuerza tiene unos 6.500 integrantes.
Durante la tarde de ayer se difundió un escrito en el que los policías enumeraron los principales reclamos: un sueldo básico de dos mil pesos, el levantamiento de las sanciones a los sumariados y equipamientos.
En ese contexto, el jefe de la Policía, Benjamin Roa, rechazó de plano la posibilidad de acceder a la conformación de un gremio policial, y aclaró que la cuestión salarial es "negociable".
En el petitorio, dirigido al gobernador Maurice Closs y "al conjunto de los habitantes de la Provincia", los uniformados aseguraron que no tienen como intención "desestabilizar al gobierno" ni "provocar disturbios", aunque se ampararon en "el derecho constitucional a huelga y a reclamo por mejores condiciones salariales" como ciudadanos argentinos.