Mineros no grabarán videos para no parecer "reality"
Los 33 mineros atrapados bajo tierra en Chile decidieron no grabar más videos de difusión pública para no parecer un "reality", por lo que sólo se darán a conocer imágenes técnicas de sus trabajos para ayudar en su rescate.
"Sólo están captando imágenes sobre los trabajos que están haciendo de apoyo al rescate", precisaron funcionarios del Ministerio de Minería.
De esta manera, los mineros sólo graban aspectos técnicos que envían a los ingenieros que están en la superficie.
La decisión fue adoptada en momentos que retomaron sus labores las tres perforadoras que buscan abrir túneles verticales para el salvamento de los mineros, previsto para octubre o noviembre.
"San José: Plan A 476 metros, Plan B sacó martillo atrapado y va en 208 metros, Plan C 79 metros perforando luego de larga parada. No es fácil pero seguimos con todo!", escribió en Twitter el ministro de Minería, Laurence Golborne.
Mientras tanto, la operación de rescate suma ya un costo de cuatro millones de dólares, informó hoy el gobierno.
Los gastos, que no fueron detallados, incluyen desde la compra de materiales hasta la instalación de casas de emergencia para las familias de los mineros en las afueras del yacimiento San José, ubicado en el desierto de Atacama.
Los recursos aumentarán además las próximas semanas, cuando deban introducirse unos tubos metálicos especiales para dar forma y seguridad a los ductos de salvamento, hoy en perforación.
"Los tubos son parte de la operación de rescate, y por lo tanto es un gasto y un costo que debemos incorporar", dijo el asesor del Ministerio del Interior, Cristián Barra.
El funcionario añadió que otros egresos tienen relación con la ropa que los próximos días serán entregadas a los mineros, atrapados desde el 5 de agosto.
"La idea es generar un cambio en el vestuario, incorporando nuevas zapatillas, nuevos elementos de tal forma de que en la medida que van avanzando los días los mineros estén preparándose sicológica y físicamente para el momento del rescate", dijo.
Los mineros, que están atrapados a 700 metros bajo tierra en el desierto chileno, se contactan con la superficie a través de ductos de diez centímetros de diámetro hechos por los rescatistas.
Por esos ductos, las autoridades envían agua, sustancias nutrientes, oxígeno y mensajes de la superficie. Ahora también tienen señal de teléfono, electricidad y televisión.
El rescate final, tras el derrumbe del 5 de agosto, será de noche y en cápsulas metálicas y se espera que asistan más de un millar de periodistas.