Minería, impuestos y otras fábulas
Las mineras no pagan impuestos, sólo regalías del 3%, se dice. En realidad, el sistema tributario argentino obliga a las empresas mineras internacionales...
... con explotaciones en nuestro país al pago de dieciséis impuestos, trece fijos y tres variables, incluyendo regalías, retenciones a la exportaciones y fondo fiduciario.
El Lic. Mario Hernández, vicepresidente de Gemera (Grupo de Empresas Mineras. Exploradoras de la República Argentina), ha detallado el impacto tributario total que generan dichos impuestos en la ecuación económica de esas compañías y que alcanza un total del 52% del producto vendido, distribuido en: 43% en impuestos nacionales, 6% impuestos provinciales y en 3% en los tributos municipales.
Un ejemplo práctico:
Calcatreu
Si el yacimiento de oro y plata Calcatreu hubiese estado en marcha, de acuerdo con lo planificado en el proyecto original en el 2011 se hubiesen extraído en metal fino alrededor de 53.000 onzas troy de oro (1 onza troy equivale a 31,1 gramos) y unas 500.000 onzas de plata, las que al precio excepcional que para ese año registraron los metales preciosos en el mercado internacional habrían generado ventas por casi 100 millones de dólares. Según esto, y de acuerdo a lo expresado por Hernández, los ingresos al fisco de los municipios del departamento Nueve de Julio hubieran alcanzado un monto cercano a los 12,5 millones de pesos, a las restantes arcas provinciales otros 25 millones de igual moneda y para las cajas del fisco nacional la tajada del león: 182 millones de pesos. A ello debe sumarse entradas mensuales a la comunidad y comercio de la región de una masa salarial de 1.300.000 pesos, más 1.400.000 por adquisición de proveeduría, bienes y servicios diversos, más un fondo fiduciario del 1% anual sobre facturación para obras municipales, todo lo cual a su vez hubiese forjado en el área un significativo movimiento comercial y generado un número importante de nuevos empleos.
Los ingresos descriptos hubiesen morigerando sensiblemente la actual crisis económica y social causadas por el lustro de intensas sequías y la lluvias de cenizas volcánicas. Sin embargo esas entradas no pudieron ser percibidas porque este yacimiento no se pudo explotar a causa de la vigencia de la ley provincial antiminera 3.981, recientemente derogada .
En conclusión, todos aquellos que constantemente reiteran la falsedad de que "las mineras internacionales están libres de impuestos, pagan sólo el 3% del valor del mineral que extraen, se llevan el oro y nos dejan el agujero y la contaminación", o bien están muy mal informados o bien mienten ex profeso.
Otras falacias que son comunes de escuchar :
• Los siderales consumos de agua dulce de la mal llamada megaminería a cielo abierto y el uso del cianuro en la hidrometalurgia del oro y la plata.
En la metalurgia extractiva de los metales preciosos los dos insumos de mayor costo son precisamente el agua y el cianuro, por ello se los cuida en extremo, casi como el oro mismo, valga la comparación. El gasto de agua diario es sólo el de la evaporación, 5 al 8% al día, dado que el agua cianurada se va reciclando constantemente porque, si no, se perdería el agua, el cianuro y el oro disuelto en ellos. Por ello el consumo total del agua en toda la minería metalífera de la Argentina es de sólo 886 litros/segundo (informe del jefe de Gabinete de Ministros del Poder Ejecutivo Nacional a la Honorable Cámara de Senadores de la Nación Nº 77, página 31) .
Los 886 litros/segundo equivalen a 77 millones de litro de agua por día, consumidos por todo rubro y concepto en la totalidad de los yacimientos metalíferos que se explotan en la Argentina, y es igual al volumen que cada 91 segundos (o un minuto y medio ) el río Negro desaprovecha desaguándolo en el mar. Paradójicamente, una cantidad igual de este vital elemento que podría privar el regadío de sólo 1.200 hectáreas de sembradíos en cualquier zona de agricultura bajo riego del país, le rindió a la Nación en el 2010: 3.670 millones de dólares en divisas por exportación de minerales, 1.500 millones de dólares en ingresos fiscales, 28.000 puestos de trabajos directos en minería metalífera y 130.000 puestos de trabajos indirectos en bienes y servicios para la industria minera.
• En lo que respecta al cianuro de sodio y/o potasio:
En nuestro país no se fabrica cianuro, por ello se lo importa en su totalidad. Sólo entre el 11% y el 13% del cianuro importado por año, diluido en agua en ínfimas proporciones (1 a 5%, 10 a 50 kg cada 1.000 litros de agua), se utiliza en la moderna minería argentina en la obtención del oro y la plata. El 87% del cianuro restante también es totalmente consumido por la industria nacional en la fabricación de medicamentos, papel, pinturas, tinturas, pegamentos, cosméticos, metalurgia, galvanizados, insecticidas, fertilizantes, herbicidas, textiles, nailon, plásticos y hasta vinos finos de exportación, entre otros usos. Utilización que se realiza desde hace décadas en establecimientos fabriles, laboratorios, talleres, bodegas, etcétera, situados en el seno de las ciudades industriales más densamente pobladas de nuestro país, sin que se tenga noticias hasta la fecha de que tal utilización haya causado ninguna catástrofe ni ambiental ni humana.
Es que el cianuro se oxida cuando es expuesto al aire o a otros oxidantes, se descompone y no persiste. Aunque es un veneno mortal cuando es ingerido en una dosis suficientemente elevada, no causa problemas crónicos en la salud o en el ambiente cuando está presente en concentraciones tan bajas como las indicadas. Lo que si llama notablemente la atención, y es necesario resaltarlo enfáticamente, es que exactamente la misma substancia es considerada totalmente inocua para vidas y bienes de los ciudadanos residentes en áreas geográficas densamente pobladas de la Nación, dado que no despierta ninguna resistencia palpable, y nadie se rasga las vestiduras ni pone el grito en el cielo por tales circunstancias. Sin embargo extrañamente, cuando el mismo cianuro es utilizado en minería en yacimientos situados en los desiertos más inhóspitos y deshabitados del país, y manipulado con una alta tecnología de control, el mismo compuesto se transforma, según los cerriles opositores a la minería, en una "bestia aterradora " que contamina, enferma y mata. Al respecto, mayores palabras huelgan.
La intención con la que se ha elaborado este trabajo ha sido informar a nuestros comprovincianos de la Línea Sur, incluyendo a los miembros de los pueblos originarios, en especial a todos aquellos a los que la sequía y las cenizas del volcán han dejado con lo puesto, que pueden confiar con absoluta tranquilidad en el desarrollo de la gran minería metalífera para continuar aferrados a sus tierras, a la espera de que la a ganadería ovina pueda recuperar su esplendor y después de ello también, porque pocas regiones del país han resultado tan favorecidas por la naturaleza no sólo para la extracción de minerales sino fundamentalmente para conferir a los mismos valor agregado e industrialización en la zona. Tengan la plena seguridad de que la ganadería ovina y la minería metalífera son perfectamente compatibles y que con la minería no existe peligro alguno de secar o contaminar ningún acuífero ni napa subterránea; ninguna serranía o paisaje o lugar sagrado corre riesgo de ser destruido y el cianuro, manejado de acuerdo a las normas y protocolos que rigen para ello, no mata a nadie (el mejor ejemplo de ellos son los propios obreros mineros que manejan esta substancias: ni héroes, ni suicidas u homicidas, solamente trabajadores de una industria similar a cualquier otra; ellos son los primeros en demostrar que con el uso apropiado y seguro del cianuro es imposible daño alguno).
Sin agua no se vive, pero sin minerales tampoco.
El Lic. Mario Hernández, vicepresidente de Gemera (Grupo de Empresas Mineras. Exploradoras de la República Argentina), ha detallado el impacto tributario total que generan dichos impuestos en la ecuación económica de esas compañías y que alcanza un total del 52% del producto vendido, distribuido en: 43% en impuestos nacionales, 6% impuestos provinciales y en 3% en los tributos municipales.
Un ejemplo práctico:
Calcatreu
Si el yacimiento de oro y plata Calcatreu hubiese estado en marcha, de acuerdo con lo planificado en el proyecto original en el 2011 se hubiesen extraído en metal fino alrededor de 53.000 onzas troy de oro (1 onza troy equivale a 31,1 gramos) y unas 500.000 onzas de plata, las que al precio excepcional que para ese año registraron los metales preciosos en el mercado internacional habrían generado ventas por casi 100 millones de dólares. Según esto, y de acuerdo a lo expresado por Hernández, los ingresos al fisco de los municipios del departamento Nueve de Julio hubieran alcanzado un monto cercano a los 12,5 millones de pesos, a las restantes arcas provinciales otros 25 millones de igual moneda y para las cajas del fisco nacional la tajada del león: 182 millones de pesos. A ello debe sumarse entradas mensuales a la comunidad y comercio de la región de una masa salarial de 1.300.000 pesos, más 1.400.000 por adquisición de proveeduría, bienes y servicios diversos, más un fondo fiduciario del 1% anual sobre facturación para obras municipales, todo lo cual a su vez hubiese forjado en el área un significativo movimiento comercial y generado un número importante de nuevos empleos.
Los ingresos descriptos hubiesen morigerando sensiblemente la actual crisis económica y social causadas por el lustro de intensas sequías y la lluvias de cenizas volcánicas. Sin embargo esas entradas no pudieron ser percibidas porque este yacimiento no se pudo explotar a causa de la vigencia de la ley provincial antiminera 3.981, recientemente derogada .
En conclusión, todos aquellos que constantemente reiteran la falsedad de que "las mineras internacionales están libres de impuestos, pagan sólo el 3% del valor del mineral que extraen, se llevan el oro y nos dejan el agujero y la contaminación", o bien están muy mal informados o bien mienten ex profeso.
Otras falacias que son comunes de escuchar :
• Los siderales consumos de agua dulce de la mal llamada megaminería a cielo abierto y el uso del cianuro en la hidrometalurgia del oro y la plata.
En la metalurgia extractiva de los metales preciosos los dos insumos de mayor costo son precisamente el agua y el cianuro, por ello se los cuida en extremo, casi como el oro mismo, valga la comparación. El gasto de agua diario es sólo el de la evaporación, 5 al 8% al día, dado que el agua cianurada se va reciclando constantemente porque, si no, se perdería el agua, el cianuro y el oro disuelto en ellos. Por ello el consumo total del agua en toda la minería metalífera de la Argentina es de sólo 886 litros/segundo (informe del jefe de Gabinete de Ministros del Poder Ejecutivo Nacional a la Honorable Cámara de Senadores de la Nación Nº 77, página 31) .
Los 886 litros/segundo equivalen a 77 millones de litro de agua por día, consumidos por todo rubro y concepto en la totalidad de los yacimientos metalíferos que se explotan en la Argentina, y es igual al volumen que cada 91 segundos (o un minuto y medio ) el río Negro desaprovecha desaguándolo en el mar. Paradójicamente, una cantidad igual de este vital elemento que podría privar el regadío de sólo 1.200 hectáreas de sembradíos en cualquier zona de agricultura bajo riego del país, le rindió a la Nación en el 2010: 3.670 millones de dólares en divisas por exportación de minerales, 1.500 millones de dólares en ingresos fiscales, 28.000 puestos de trabajos directos en minería metalífera y 130.000 puestos de trabajos indirectos en bienes y servicios para la industria minera.
• En lo que respecta al cianuro de sodio y/o potasio:
En nuestro país no se fabrica cianuro, por ello se lo importa en su totalidad. Sólo entre el 11% y el 13% del cianuro importado por año, diluido en agua en ínfimas proporciones (1 a 5%, 10 a 50 kg cada 1.000 litros de agua), se utiliza en la moderna minería argentina en la obtención del oro y la plata. El 87% del cianuro restante también es totalmente consumido por la industria nacional en la fabricación de medicamentos, papel, pinturas, tinturas, pegamentos, cosméticos, metalurgia, galvanizados, insecticidas, fertilizantes, herbicidas, textiles, nailon, plásticos y hasta vinos finos de exportación, entre otros usos. Utilización que se realiza desde hace décadas en establecimientos fabriles, laboratorios, talleres, bodegas, etcétera, situados en el seno de las ciudades industriales más densamente pobladas de nuestro país, sin que se tenga noticias hasta la fecha de que tal utilización haya causado ninguna catástrofe ni ambiental ni humana.
Es que el cianuro se oxida cuando es expuesto al aire o a otros oxidantes, se descompone y no persiste. Aunque es un veneno mortal cuando es ingerido en una dosis suficientemente elevada, no causa problemas crónicos en la salud o en el ambiente cuando está presente en concentraciones tan bajas como las indicadas. Lo que si llama notablemente la atención, y es necesario resaltarlo enfáticamente, es que exactamente la misma substancia es considerada totalmente inocua para vidas y bienes de los ciudadanos residentes en áreas geográficas densamente pobladas de la Nación, dado que no despierta ninguna resistencia palpable, y nadie se rasga las vestiduras ni pone el grito en el cielo por tales circunstancias. Sin embargo extrañamente, cuando el mismo cianuro es utilizado en minería en yacimientos situados en los desiertos más inhóspitos y deshabitados del país, y manipulado con una alta tecnología de control, el mismo compuesto se transforma, según los cerriles opositores a la minería, en una "bestia aterradora " que contamina, enferma y mata. Al respecto, mayores palabras huelgan.
La intención con la que se ha elaborado este trabajo ha sido informar a nuestros comprovincianos de la Línea Sur, incluyendo a los miembros de los pueblos originarios, en especial a todos aquellos a los que la sequía y las cenizas del volcán han dejado con lo puesto, que pueden confiar con absoluta tranquilidad en el desarrollo de la gran minería metalífera para continuar aferrados a sus tierras, a la espera de que la a ganadería ovina pueda recuperar su esplendor y después de ello también, porque pocas regiones del país han resultado tan favorecidas por la naturaleza no sólo para la extracción de minerales sino fundamentalmente para conferir a los mismos valor agregado e industrialización en la zona. Tengan la plena seguridad de que la ganadería ovina y la minería metalífera son perfectamente compatibles y que con la minería no existe peligro alguno de secar o contaminar ningún acuífero ni napa subterránea; ninguna serranía o paisaje o lugar sagrado corre riesgo de ser destruido y el cianuro, manejado de acuerdo a las normas y protocolos que rigen para ello, no mata a nadie (el mejor ejemplo de ellos son los propios obreros mineros que manejan esta substancias: ni héroes, ni suicidas u homicidas, solamente trabajadores de una industria similar a cualquier otra; ellos son los primeros en demostrar que con el uso apropiado y seguro del cianuro es imposible daño alguno).
Sin agua no se vive, pero sin minerales tampoco.