Millie Stegman, entregada a Dios: "Por primera vez en mi vida me sentí amada"
La actriz vivió una experiencia religiosa que le cambió la vida y está inmersa en el camino de la fe. "Empecé a vivir diferente", reveló.
Millie Stegman se aboca con mucha firmeza a su fe. A partir de su creencia religiosa, empezó a trabajar cuidando los patios internos del Hospital Rivadavia, junto a su hermano Juan Segundo. "Esto que estoy viviendo para mí es la verdad. El amor a Dios, a Jesús y a la Virgen María. Y en este momento, se da así y acá. Mañana no lo sé", reveló.
"Esto es algo que surge del amor. Y lo hago porque así lo siento, no para que se me reconozca por eso. El servicio es algo que nace de mi creencia en Dios. Además, me encanta trabajar en jardinería y con las plantas. Me hace bien. Ese es mi trabajo. Y también rezar", cuenta Millie en una entrevista con la revista Pronto.
Sin embargo, las tareas que hace son más amplias porque ayuda en las salas de oncología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y en las de cuidados intensivos de niños del Rivadavia. Ella detalla: "Con mi hermano Juanse empezamos este camino de fe. Lo que hago es acompañar a otras personas que hacen lo mismo y trato de contagiar un poco de energía a todos para seguir adelante. No quiero decir que quiero que los demás piensen igual. Es algo que me pasó a mí y es en lo que creo. Algo que me fue apareciendo en el camino que llevo recorrido y lo que sentí hacer".
Cuenta que su camino religioso empezó hace ocho años, cuando fue a la Virgen del Cerro, en Salta: "Mi consagración a Dios y a la Virgen tiene que ver con que se me reveló el amor de Dios en mí. Es como si tuviera eso para decir. Es sentir que con mi conversión volví a Dios y empecé a vivir diferente. De esa manera, la mirada es distinta y ese amor que siento va transformando todo. Todo en mí y en el afuera", expresó.
Siempre fue cristiana y católica, pero habla de "conversión religiosa" porque hubo un cambio cuando "el amor de Dios, Jesús y María" se le reveló. "Es algo que me pasó a mí. Pude escuchar ese llamado. La conversión es para todos, es un llamado a todos, es algo que sucede cuando uno siente que está lejos de Dios. Es un camino que empezó y que voy a recorrer hasta el último día de mi vida", dijo.
"Lo que me vino a enseñar Dios es el amor. Por primera vez en mi vida me sentí amada y a partir de ese sentimiento, me transformó a mí y me está enseñando a amar desde el momento en el que trato de ser mejor, o sacándome cosas mías que no me hacían bien. Entonces, esas cosas se van purificando y si pasa eso es gracias a Dios porque sola no podría realizar ese trabajo", cuenta. Y dice que todos esos sentimientos nacieron en su viaje a Salta.
Sobre el momento de la revelación dijo que "son cosas que suceden y no tienen razón. Es algo que viví con el corazón. Para mí fue el espíritu que se manifestó. El espíritu en su totalidad".
Y al respecto de su carrera como actriz expresó: "Mi conversión al servicio de los otros me hizo sentir que Dios me regaló una vocación como actriz. Y me regaló muchas cosas ahí, y si las tengo y soy merecedora de eso, voy a usar mi trabajo para el bien. Quiero usar mi vocación como un servicio para comunicar valores que tengan que ver con lo que siento y expresarlo a través de un personaje, de la conducción, o de un programa para la mujer. Todo eso que quiero hacer no se ve en los medios. Y por eso, estoy fuera de la cancha".
Finalmente, admite que desea hacer un programa que hable sobre los valores de la fe, para poder "contagiar el bien y la alegría". "Me gustaría encontrar un lugar, ya sea desde la conducción o la actuación, donde pueda demostrar ese amor. También me encantaría trabajar con los niños. Realmente, necesito hacer eso. Por eso, rezo y lo pongo en manos de Dios, si eso es lo que realmente tiene que pasar en mi vida hoy. Y si pasa, quiero que sea con ese espíritu".