Miguel Ángel Pichetto vice: una señal de apertura para llegar al balotaje
El Gobierno busca enviar un mensaje de "gobernabilidad" que tranquilice la economía. El temor a la primera vuelta y otros guiños en danza.
Es mediodía de martes y en la Casa de Gobierno circulan casi tantos empleados como nombres para acompañar a Mauricio Macri en la fórmula. En un despacho de los importantes, y ante la presencia de Clarín, a la única que se da por descartada es a la leal Gabriela Michetti, la actual vicepresidenta. También, por añadidura, a sus variantes Carolina Stanley y Patricia Bullrich.
"Seguro habrá apertura", confirma un ministro. "Marcos (por Peña) se amigó con Sanz (por Ernesto), pero está como retirado, no quiere ser. El que suena fuerte ahora es Brandoni", dice y se ríe. "¿El actor? ¿Es chiste?", pregunta Clarín. Más risas. Minutos después, en medio de los saludos, un colaborador del funcionario grita a lo lejos: "Ojo con Pichetto. Yo me la juego con Pichetto". Un rato más tarde, los periodistas Santiago Fioriti y Pablo de León adelantaban la información en la web de este diario.
Así de frenética resultó la nominación de Miguel Ángel Pichetto, jefe del bloque de senadores del PJ, como compañero de fórmula del Presidente Mauricio Macri.
Corona un sinfín de versiones que, además de la vice y las ministras, de Sanz y de Brandoni, incluyó a la propia María Eugenia Vidal, al titular de Interior Rogelio Frigerio, al peronista PRO Emilio Monzó, a los radicales Mario Negri, Martín Lousteau y Alfredo Cornejo, a sus correligionarias Karina Banfi, Laura Montero y Pamela Verasay, a la cordobesa Natalia de la Sota y al salteño Juan Manuel Urtubey.
¿Por qué el Gobierno necesita mostrar apertura? ¿Qué significa? En la lógica de construcción y gestión del PRO, lo primero que refleja es una señal de debilidad. Cada vez que el macrismo puro y duro (Macri y Peña a la cabeza) accedió a convocar a aliados, propios o ajenos, fue en momentos críticos. Con Pichetto se da un paso audaz: se rompe la lógica de Jaime Durán Barba de complementar electoralmente a Macri con una figura femenina, preferentemente de perfil bajo.
Un alto funcionario de la Casa Rosada cuenta un dato revelador: "En 2017, Macri hizo una reunión para hablar de política. Duró una hora. Fue la única vez que nos juntamos con el Presidente a hablar de política". Y enseguida analiza el presente: "La señal de apertura con el vice es para buscar gobernabilidad. Para que la economía siga calmada y llegar al balotaje. Es una señal política para domar la economía. Muchos en el círculo rojo lo ven al revés, creen que la economía ordena a la política".
Como adelantó este diario, hace ya algunas semanas que la estabilidad del dólar y una inflación que parece empezar a ceder impactaron en una mejora en la imagen del Presidente. También, después de más de un año, en varias encuestas los optimistas (que esperan que la economía mejore de acá a un año) le ganaron a los pesimistas. ¿Alcanza?
"Estamos competitivos. Además de que subió Macri, la fórmula K bajó, lo que muestra que la decisión de poner a Alberto no era tan buena. Tuvo impacto político en desarmar Alternativa Federal, pero no en las encuestas. Cristina venía subiendo y eso paró. Nadie que gana seguro se corre", asegura un ministro nacional. Pero enseguida reconoce: "No es descabellado igual lo que dijo (Gerardo) Morales. Podemos perder en primera vuelta. Si se adelanta la polarización, ¿quién te asegura que no podés perder 45 a 43?".
Según un empresario de trato cotidiano con el Gobierno, los gestos de apertura y gobernabilidad podrían sumarse. Ejemplos: un rol más activo de Horacio Rodríguez Larreta (algunos le facturan en la Rosada al jefe de Gobierno haberse concentrado demasiado en la Ciudad) y hasta el anuncio en campaña de un Gabinete más amplio.
Habrá que esperar hasta dónde llega la metamorfosis. Dos dirigentes del macrismo involucrados en los cambios (campaña y futuro Gabinete) fueron justamente dos de los funcionarios eyectados cuando el Gobierno intentó mostrar renovación: el ex vicejefe Mario Quintana y el ex ministro Francisco Cabrera. Contradicciones PRO.