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Mientras que los salarios acumulan una pérdida del 9,8%, los alquileres aumentaron más del 30%
La gente destina más de la mitad de su sueldo para pagar el alquiler.
La crisis cada vez le pega más dura a distintos sectores de la sociedad. En el caso de los inquilinos, el ascenso permanente de precios genera que su calidad de vida se vea cada vez ves más ajustada. De acuerdo con los datos oficiales, la gente que alquila destina la mitad de sus ingresos en pagar el alquiler mensual y, el aumento por renovar picó en punta: llega a casi 40% en promedio, con subas semestrales en torno al 20%.
Para empezar a entender un escenario de alquileres de por sí complicado, hay que arrancar por un dato: en la Ciudad los nuevos contratos acumularon un 30,75% de aumento en los últimos 12 meses, seis puntos menos que en el mismo período del año anterior. Así, el promedio para alquilar un departamento usado de dos ambientes en la Ciudad es de $ 14.280 por mes. Hace un año, era de $ 10.922.
Las cifras son de la consultora Reporte Inmobiliario, según la cual los barrios con mayores alzas son Agronomía (52,68%), Constitución (44,82%) y Villa Crespo (41,51%). El informe muestra números similares a los que tiene la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad, que entre julio de 2018 y julio pasado registró un 29% de incremento del metro cuadrado en alquiler en unidades de dos ambientes.
Pero para comprender el panorama completo hay que sumar otra variable: los salarios, que en los últimos 12 meses acumularon una pérdida del 9,8% según el índice de Remuneración Imponible de Trabajadores Estables (RIPTE), elaborado por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación con base en los sueldos registrados por las empresas.
En ese contexto, los alquileres se llevan una parte cada vez más grande del sueldo y reunir el dinero para pagarlo a esta altura suena a hazaña. Según una encuesta de este año de la asociación Inquilinos Agrupados, hecha en base a 4.000 casos, quienes alquilan en la Ciudad destinan en promedio un 47% del salario al alquiler, sin considerar expensas, impuestos ni tarifas de servicios públicos. El año pasado, era un 41%. Según datos de la Dirección de Estadística y Censos, en el caso de las familias se destina, en promedio, un 30% del ingreso al pago del alquiler. Por su parte, el relevamiento de Inquilinos agrupados estableció que hay familias que usan hasta el 40%. En la Ciudad, se calcula que un 30% de las viviendas son alquiladas.
Por eso, crecen los problemas para estar al día: en marzo de 2018, eran dos de cada diez inquilinos los que recurrían a la Defensoría del Pueblo porteña por sus dificultades para pagar el alquiler. Este mes, en tanto, esa cifra creció a cuatro de cada diez (41,22%).
Y aunque los nuevos contratos de alquiler hayan subido menos que el año anterior, sí aumentó a mayor ritmo lo que se pide para renovar el contrato: los incrementos llegan hasta un 39%, según Inquilinos Agrupados. Como este diario pudo comprobar, en algunos casos incluso se pide hasta un 50%, con el argumento de que el trato anterior terminó quedando muy por debajo de la inflación. En 2018, esta actualización era de un 30%.
"Los contratos que se renuevan ahora se firmaron hace dos años, cuando la situación del país era muy distinta: el dólar estaba a menos de 19 pesos, y había créditos UVA y expectativas de que la inflación bajara. Por eso se pidieron aumentos anuales o semestrales que finalmente quedaron cortos", analiza José Rozados, de Reporte Inmobiliario.
Otro dato clave es lo rápido que sube el porcentaje de los aumentos semestrales previstos en el contrato: mientras que hasta junio eran de entre un 12% y un 15%, "ahora lo que piden los propietarios cada seis meses es hasta un 20% más", explica Gervasio Muñoz, de Inquilinos Agrupados, un dato comprobable en cientos de avisos inmobiliarios. Es decir que si, por ejemplo, al principio del contrato se pagan $ 14.000, al final de ese plazo de dos años termina abonándose $ 24.192, un 72,8 % más.
Para empezar a entender un escenario de alquileres de por sí complicado, hay que arrancar por un dato: en la Ciudad los nuevos contratos acumularon un 30,75% de aumento en los últimos 12 meses, seis puntos menos que en el mismo período del año anterior. Así, el promedio para alquilar un departamento usado de dos ambientes en la Ciudad es de $ 14.280 por mes. Hace un año, era de $ 10.922.
Las cifras son de la consultora Reporte Inmobiliario, según la cual los barrios con mayores alzas son Agronomía (52,68%), Constitución (44,82%) y Villa Crespo (41,51%). El informe muestra números similares a los que tiene la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad, que entre julio de 2018 y julio pasado registró un 29% de incremento del metro cuadrado en alquiler en unidades de dos ambientes.
Pero para comprender el panorama completo hay que sumar otra variable: los salarios, que en los últimos 12 meses acumularon una pérdida del 9,8% según el índice de Remuneración Imponible de Trabajadores Estables (RIPTE), elaborado por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación con base en los sueldos registrados por las empresas.
En ese contexto, los alquileres se llevan una parte cada vez más grande del sueldo y reunir el dinero para pagarlo a esta altura suena a hazaña. Según una encuesta de este año de la asociación Inquilinos Agrupados, hecha en base a 4.000 casos, quienes alquilan en la Ciudad destinan en promedio un 47% del salario al alquiler, sin considerar expensas, impuestos ni tarifas de servicios públicos. El año pasado, era un 41%. Según datos de la Dirección de Estadística y Censos, en el caso de las familias se destina, en promedio, un 30% del ingreso al pago del alquiler. Por su parte, el relevamiento de Inquilinos agrupados estableció que hay familias que usan hasta el 40%. En la Ciudad, se calcula que un 30% de las viviendas son alquiladas.
Por eso, crecen los problemas para estar al día: en marzo de 2018, eran dos de cada diez inquilinos los que recurrían a la Defensoría del Pueblo porteña por sus dificultades para pagar el alquiler. Este mes, en tanto, esa cifra creció a cuatro de cada diez (41,22%).
Y aunque los nuevos contratos de alquiler hayan subido menos que el año anterior, sí aumentó a mayor ritmo lo que se pide para renovar el contrato: los incrementos llegan hasta un 39%, según Inquilinos Agrupados. Como este diario pudo comprobar, en algunos casos incluso se pide hasta un 50%, con el argumento de que el trato anterior terminó quedando muy por debajo de la inflación. En 2018, esta actualización era de un 30%.
"Los contratos que se renuevan ahora se firmaron hace dos años, cuando la situación del país era muy distinta: el dólar estaba a menos de 19 pesos, y había créditos UVA y expectativas de que la inflación bajara. Por eso se pidieron aumentos anuales o semestrales que finalmente quedaron cortos", analiza José Rozados, de Reporte Inmobiliario.
Otro dato clave es lo rápido que sube el porcentaje de los aumentos semestrales previstos en el contrato: mientras que hasta junio eran de entre un 12% y un 15%, "ahora lo que piden los propietarios cada seis meses es hasta un 20% más", explica Gervasio Muñoz, de Inquilinos Agrupados, un dato comprobable en cientos de avisos inmobiliarios. Es decir que si, por ejemplo, al principio del contrato se pagan $ 14.000, al final de ese plazo de dos años termina abonándose $ 24.192, un 72,8 % más.
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