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Mientras Macri y Alberto van punteros, un escándalo empañó la Superliga

Boca y Argentinos mandan, justo los clubes de los amores del presidente y del candidato opositor que sacó más votos en las PASO. En Parque Patricios, grave denuncia del árbitro del partido Huracán-San Lorenzo. Gran parte del país en vilo: se viene el supermartes y el choque entre Xeneizes y Millonarios que definirá al finalista de la Libertadores.

El fútbol es el deporte más popular del país. Un fenómeno social y cultural. Después de los debates presidenciales y en la previa de las elecciones, la Superliga entrega una curiosidad: Boca y Argentinos son los punteros. ¿Y esto qué tiene de curioso? Que son justamente los equipos de Mauricio Macri y de Alberto Fernández. Sí, el actual presidente que va por la reelección y el candidato opositor que sacó más votos en las PASO. Lo del Xeneize no sorprende tanto, porque más allá de la derrota en el clásico ante Racing, es un constante animador de los torneos locales, de hecho ganó dos títulos en los últimos tres campeonatos.

Sin dudas que llama la atención la posición del Bicho de La Paternal. Dio el gran golpe el sábado al ganarle 1-0 a Independiente, en Avellaneda, y con esos tres puntos emparejó la línea de Boca. Un golpe que dejó sentido a Sebastián Beccacece, el DT del Rojo, que se jugará mucho el próximo viernes ante Lanús, por Copa Argentina.

Más allá de la política y el fútbol, que se mezclan en forma constante, hubo un contrapunto que marcó al clásico del barrio entre Huracán y San Lorenzo. La victoria del Globo, inobjetable, estuvo empañada por la denuncia del árbitro Fernando Espinoza, quien dijo que el presidente Alejandro Nadur y otros dirigentes (habló de 20 personas) entraron al vestuario en el entretiempo. Si bien no trascendió el contenido de esa irrupción, algo que figurará en su informe, de por sí es repudiable y una situación que forma parte del pasado de nuestro fútbol y no de estos tiempos.

Pero claro, la sorpresa fue más aún cuando el titular de Huracán, de Nadur hablamos, negó terminantemente que haya estado en el vestuario del árbitro y redobló la apuesta: ningún dirigente ni gente cercana al Globo ingresó al camarín. La pregunta sale de manual, sin descreer de sus palabras: ¿Puede Espinoza inventar una historia así, casi con seguridad con los otros tres árbitros de testigos? Increíble. Hace tiempo no ocurría un hecho similar. Que un protagonista importante realice semejante acusación y que el involucrado lo niegue terminantemente. ¿Habrá cámaras en esa zona? Ojalá la tecnología ayude a develar el misterio y se sepa qué es lo que realmente pasó. Trabajo para el Tribunal de Disciplina. Un dato más: la policía debería estar custodiando ese recinto. Si había efectivos, tendrían que haber evitado el ingreso de cualquier persona. Si no había seguridad es una grave falla del operativo.

La décima fecha dejó otra derrota de Gimnasia, esta vez dolorosa para Maradona. Porque antes habían sido contra rivales de mayor envergadura: Racing y River en el bosque y Talleres en Córdoba. Ahora, si quiere salvarse del descenso, perder contra Unión como local, es un paso atrás gigante y así lo percibió la gente del Lobo.

A horas del partido del año, la mirada del mundo futbolero está puesta en el superclásico copero del martes. Boca se juega mucho, River no tanto. En el análisis previo, el Millonario tiene mayores argumentos desde lo colectivo para clasificarse a la final de la Libertadores. Pero es fútbol, muchas veces impredecible. El Xeneize cuenta con individualidades que pueden desnivelar en cualquier momento. Un pedido: que se desarrolle todo en paz. Sea cual fuere el resultado. ¿Será mucho pedir? En estos momentos da la sensación que sí.

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