Miedo a perder el celu: una patología que puede curarse
Es la nomofobia, que padecen 53 de cada 100. Un estudio inglés descubrió que el 53% de la población se pone ansiosa si se queda sin celu. Qué pasa en Argentina. A no perder la cabeza.
Un estudio ordenado por la UK Post Office a la consultora YouGov, sobre más de dos mil usuarios de teléfonos móviles, reveló que el 53 por ciento de ellos se siente ansioso cuando "pierde su celular o se queda sin batería, señal o crédito". De ellos, el 58 por ciento son hombres y el 48 por ciento, mujeres. Del total, un 9 por ciento admitió experimentar estrés al apagar el teléfono.
No-mobile. El término acuñado por la consultora para definir el problema es nomofobia, una abreviación de no mobile phone ("sin celular"), en inglés.
¿Es esto una locura válida? Gabriel Espiño, psicólogo y miembro del Comité de Investigación la Asociación Argentina de Psiquiatría, aclara: "No es una patología reconocida por la ciencia a nivel mundial, ni vi bibliografía al respecto. Es más un síntoma o una conducta adictiva".
Además, define la conducta del paciente: "A todas luces es una neurosis, responde a un estado de indefensión, o sea, sin el teléfono, el paciente se siente indefenso, mutilado".
Espiño define cómo se manifiesta la neurosis: "En mi consultorio lo veo como una queja, como no poder dejar de fumar. Los pacientes manifiestan que se enganchan con el celular en detrimento de otras tareas, pierden el tiempo. Tengo pacientes con hasta tres celulares que no pueden aflojar. Y es cierto: si no lo tienen se desesperan".
Daniel Bogaizian, también psicólogo y presidente de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad, tiene su propia definición sobre la nomofobia: "El estudio británico nunca me llegó.
No estoy familiarizado con el término, pero que observo en la mayoría de mis pacientes reacciones intensas y un nivel de dependencia casi extremo con respecto al teléfono".
En el consultorio de Bogaizian las cosas suelen ponerse tensas: "Hay personas con tendencia al ataque de pánico que llevan el número de emergencias en el celular. Si no lo tienen, se ponen mal, es una conducta para reasegurarse. Sin el teléfono se sienten expuestos. Y vi muchas veces que los pacientes no pueden salir de la casa sin él, personas que necesitan chequear constantemente a su entorno, le surgen pensamientos catastróficos".
¿El teléfono enloquece? Bogaizian afirma: "No, pero refuerza y mantiene el trastorno".
Y como con cualquier adicción, se sale de a poco: "El paciente tiene que aprender a obtener seguridad por otros medios y desapegarse gradualmente del celular". Espiño concluye: "El primer paso es reconocerlo y admitirlo".