"Mi sangre" desmiente vinculación narco: "Nunca moví un gramo de cocaína"
El hombre acusado como el máximo capo narco colombiano, detenido en Argentina semanas atrás, aseguró que es un preso político. "No tengo ni un solo peso que tenga que ver con el tráfico", afirmó.
El presunto capo narco Henry de Jesús López Londoño alias "Mi sangre", fue detenido a fines de octubre en nuestro país en un restaurante de Pilar, tras ser buscado durante años tanto por Colombia, su país de orgen, como por los Estados Unidos, por los delitos de narcotráfico y terrorismo.
Ahora detenido en Ezeiza afirmó que su forma de ganarse la vida es a través de la venta de vehículos y las operaciones inmobiliarias y aseguró que "nunca" movió un solo gramo de cocaína en su vida.
"No tengo un sólo peso que tenga que ver con el narcotráfico", aseguró el hombre sospechado de liderar la banda "Los Urabeños", una de las más grandes organizaciones criminales de Colombia, y ligada al temido cartel de Los Zetas en México, del que se cree era su máximo proveedor.
Además, denunció que es un "perseguido político" que sufre el hostigamiento del gobierno y la policía colombiana, quienes quieren "hacerlo callar como sea".
"Tengo miedo de que me maten, mis enemigos están dispuestos a todo, soy un preso político, víctima del gobierno colombiano y algunos miembros de las fuerzas del orden", aseguró "Mi sangre".
La Justicia argentina investiga además si fue él quien mandó a matar los dos colombianos en el tiroteo ocurrido en el estacionamiento del shopping Unicenter en el 2008, y si proveyó de cocaína a los hermanos Julía en el caso del "narcojet".
Ahora detenido en Ezeiza afirmó que su forma de ganarse la vida es a través de la venta de vehículos y las operaciones inmobiliarias y aseguró que "nunca" movió un solo gramo de cocaína en su vida.
"No tengo un sólo peso que tenga que ver con el narcotráfico", aseguró el hombre sospechado de liderar la banda "Los Urabeños", una de las más grandes organizaciones criminales de Colombia, y ligada al temido cartel de Los Zetas en México, del que se cree era su máximo proveedor.
Además, denunció que es un "perseguido político" que sufre el hostigamiento del gobierno y la policía colombiana, quienes quieren "hacerlo callar como sea".
"Tengo miedo de que me maten, mis enemigos están dispuestos a todo, soy un preso político, víctima del gobierno colombiano y algunos miembros de las fuerzas del orden", aseguró "Mi sangre".
La Justicia argentina investiga además si fue él quien mandó a matar los dos colombianos en el tiroteo ocurrido en el estacionamiento del shopping Unicenter en el 2008, y si proveyó de cocaína a los hermanos Julía en el caso del "narcojet".