"Mi papá me pasaba a buscar por la escuela en una carroza fúnebre", dijo Solange Abraham

Solange Abraham está feliz. Nació en Tucumán y se instaló en Buenos Aires en 2011 cuando entró a Gran Hermano, y desde entonces no deja de trabajar. También su felicidad pasa por el lado personal: hace poco volvió de un viaje romántico por Europa, con su novio, Marcelo, y declaró estar "enamoradísima".

Antes de Gran Hermano y saltar a la popularidad, Solange se recibió en gastronomía: "Nunca llegué a trabajar de eso. Hacía promociones, pero más por diversión que otra cosa", contó.

Además, vivía con su mamá y su papá: ella ama de casa y él es funebrero, un oficio muy poco común.

"A mí me dan un poco de impresión los cajones y todo eso, pero de chiquita iba mucho a la funeraria y estoy acostumbrada a convivir con ese ambiente. En casa hay mucho humor negro, sobre todo por mi papá", relató.

"Crecer en una familia de funebreros es más tétrico. Imaginate que yo no podía llevar a mis amigas al trabajo de mi papá. A veces me iba a buscar al colegio con el chofer y la carroza fúnebre. Yo no quería subir delante de todos, lo hacía parar una cuadra antes e iba corriendo hasta ahí para que nadie me viera. Yo creo que mi papá hacía eso para divertirse", explicó.