"Mi novio de 32 años me hace muy feliz"
Se luce en la televisión con El Puntero (El Trece) y Sr. y Sra. Camas (Canal 7), y en teatro con Fortuna II. Mientras prepara su actuación en una película, disfruta de su noviazgo -que ya lleva tres meses- con Ricardo Diotto, a quien le lleva 13 años. Dice que la diferencia de edad no importa.
Y que su corazón está a pleno
E 1 paso del tiempo no hace otra cosa que embellecerla.
Y por eso hoy, a los 45, María Fernanda Callejón puede lucir más bella que nunca. Pero, además de ostentar un físico que envidiaría cualquier adolescente, esta impactante morocha disfruta, de un excelente presente sentimental y profesional. En el plano personal, está de novia con un músico de 32 años llamado Ricardo Diotto que la hace sumamente feliz. Y, en el laboral, no deja de cosechar elogios tanto por sus participaciones en El Puntero (El Trece) y Sr. y Sra.
Camas (Canal 7), como por su protagónico en Fortuna II (teatro Premier).
-¿Cómo se dio tu participación en El Puntero? -Me llamaron de Pol-ka para ofrecerme el personaje de Maruja y la verdad es que puso muy feliz que me tuvieran en cuenta. Fue sorpresivo, porque yo estaba debutando con Fortuna y, esa misma semana, tenía que grabar Sr. y Sra. Camas, que también fue una experiencia fantástica.
Pero, obviamente, dije que sí y me encantó trabajar en este unitario, que está tan bien realizado y en el que me sentí muy a gusto.
-¿Puede volver tu personaje? -Empezó por dos capítulos, pero tuvo un final súper abierto así que es muy probable que vuelva...
-¿Y en cine tenés algún proyecto? -Sí, tengo en carpeta una película de Mausi Martínez, que se llama Paté de hermanas.
Es un policial negro muy interesante y tiene un guión increíble, pero tal vez salga para fin de año porque el cine nacional necesita ciertos apoyos.
Yo tengo muchas ganas de hacerla.
-Un unitario con temática social, una comedia, un policial negro y, por el otro lado, Fortuna.
-Tal cual. Yo me siento muy afortunada de estar en ese espectáculo. Me gusta poder acompañar a Ricardo Fort en esto, porque lo admiro como productor y me parece que está muy bueno lo que está haciendo. Más allá del personaje televisivo que genera cierto prejuicio en la gente, la verdad es que hay que des- tacar el hecho de que haya tomado el camino de lo artístico.
Porque el tipo tiene 33 actores en escena, trabajando de miércoles a domingo. Y hoy, que está tan difícil todo, el hecho de hacer una apuesta tan fuerte en la calle Corrientes es elogiable.
-¿Sos la única incondicional de Fort que quedó en el elenco? -Más que la que quedó, yo diría que soy la que siempre estuvo. Porque yo a Ricardo lo conozco desde hace más de doce años. Y nos hicimos amigos cuando él no era famoso.
Por eso lo acompaño, porque me parece que el tipo está haciendo una inversión enorme para montar esta obra. Tal vez no tiene la forma de trabajar típica que tienen otros productores.
Pero, así como la tele cambia, el teatro puede cambiar también. Es cierto que yo, al principio, sentí esa cosa de que si estaba con Fort, de repente no iba a poder hacer algo como El Puntero.
-Esos prejuicios siempre están.
-Einstein decía: "Es más difícil disolver un prejuicio, que un átomo". Así que, a partir de ahí, uno tiene que saber que esas cosas pasan. Pero la realidad es que yo me siento feliz de estar haciendo una obra tan divertida, que el público agradece tanto. Y después hay que entender que lo que Ricardo muestra en la televisión, con sus Rolls Royce y sus novias, es sólo parte del show.
-Pero vos siempre salís a bancarlo. ¿Qué opinás de su confesión de que tuvo sexo con hombres? -No me sorprende nada de Ricardo.
Si lo dijo, está perfecto.
El sabrá por qué lo hizo.
Con este tema de la sexualidad, hay gente que todavía tiene una gran pacatería. Y es por eso que esto causa tanta revolución. Pero, para mí, somos todos iguales. No entiendo por qué respetan a Florencia de la Ve cuando dice que uno se puede enamorar de un hombre, una mujer o una planta y, sin embargo, después de que él contó esto salieron a decir que si en algún momento se acostó con un varón es gay. Esas cosas me suenan raras, porque no hablan del respeto por lo que las personas hacen dentro de" cuatro paredes.
-¿Cómo sigue tu romance con Ricardo Diotto? -Muy bien. Hace tres meses que estamos juntos. Y mi corazón está pleno.
-El idilio de los primeros meses.
-Yo ya no soy una nena, así que esa cosa fantástica del comienzo del noviazgo es de antaño para mí. Soy una mujer de 45 años, que está acompañada por un hombre de 32 que me hace feliz todos los días de mi vida.
-¿Se siente la diferencia de edad que me marcás? -Para nada. Si se sintiera, no podría estar en ese estado que te digo. La edad, para mí, es absolutamente cronológica.
Y con Ricky estoy feliz.
-Entonces, ¿por qué dijiste que no te volverías a casar? -No quise decir eso. La realidad es que, a esta altura de mi vida, no necesito casarme.
No me interesa ni el vestido de novia blanco, ni la exposición pública, ni los papeles.
Sí me volvería a casar si esa persona me lo pidiera, porque realmente quisiera que la unión fuera de esa manera.
Pero yo, hoy, creo en el compromiso desde otro lugar. Si proyectamos, por ahí cuando llegan los hijos sí se puede pensar que una libreta cambia las cosas, sobre todo por los derechos de los chicos. Pero, en este momento, ni se me cruza por la cabeza la idea del casamiento.
-¿Y la necesidad de tener hijos no te corre? -No. Hace un tiempo que derribé todos los mandatos sociales o familiares. Eso de que una mujer a mi edad ya tiene que ser madre, lo descarté.
Y me siento realizada con lo que soy. Porque yo ya no creo en la familia Ingalls.
Ya me casé y tuve una experiencia maravillosa de tres años con un hombre que me hizo muy feliz. Pero me siento muy bien así como estoy.
-Sin embargo, vos siempre quisiste ser mamá. ¿O no? -Sí, y me encantaría tener hijos. La maternidad es algo que no descarto para nada, ni por lo biológico ni por lo legal.
-Llegado el caso, ¿te gustaría adoptar? -Por supuesto. Sé que es muy difícil, pero me encantaría.
Siempre me gustó la idea de adoptar un hijo, además de tener los míos propios. Es un sueño que tengo de chica. Hay mujeres que sueñan con tener hijos rubios de ojos celestes. Yo, en cambio, siempre soñé con tener hijos del corazón. Y sé que los voy a tener el día que los tenga que tener. Pero sin apuro.