México festeja el centenario de la Revolución empañado por violencia y pobreza
México festejó este sábado el centenario de su revolución, el primer gran levantamiento popular en América Latina del siglo XX, ensalzando aquella violenta lucha por un país "más justo y equitativo", metas que según los últimos datos de pobreza y alfabetismo siguen pendientes.
"Reconocemos a los miles de mexicanos que lucharon y dieron su vida por alcanzar un México más justo y equitativo para ellos, para sus hijos y para quienes les habríamos de suceder en el tiempo", expresó el presidente mexicano, Felipe Calderón, en un solemne homenaje al caudillo Francisco Madero.
El ex presidente Madero lideró en 1910 un levantamiento para derrocar al dictador Porfirio Díaz, que llevaba 34 años en el poder.
La revuelta desalojó a Díaz, pero líderes rebeldes regionales como Francisco 'Pancho' Villa y Emiliano Zapata mantuvieron la lucha por los derechos sociales, agrarios y educativos hasta la década de 1920, dejando la revolución un saldo final de más de un millón de muertos, según historiadores.
Calderón, del conservador PAN (Partido Acción Nacional), alabó la figura de Madero por encima del resto y dijo que únicamente recurrió a las armas "como último recurso" contra la dictadura.
En contraste, a Villa y Zapata, íconos de la izquierda mundial desde hace décadas, los mencionó brevemente para destacar sus anhelos de justicia.
El Ejército organizó un desfile en la capital con casi 9.000 elementos y unos 180 civiles que recrearon pasajes de la revolución y que concluyó sin incidentes, confirmó un portavoz de Presidencia.
Estos festejos, de menor perfil que los organizados el pasado septiembre por el bicentenario de la Independencia, también se han visto empañados por el recrudecimiento este año de la violencia del crimen organizado.
El combate militar y policial contra las organizaciones narcotraficantes ha dejado ya más de 28.000 muertos desde que Calderón asumió a fines de 2006, la mayoría atribuidos a pugnas entre cárteles.
Esta ola de violencia, la crisis económica de la que se está recuperando el país y los elevados niveles de pobreza y desigualdad llevaron a muchos mexicanos a preguntarse si cabía festejar los aniversarios y si sigue vivo el legado de la revolución.
"El ánimo nacional no está para celebrar (...) No sorprende que se imponga en muchas cabezas lúcidas la certeza de que la revolución no sirvió para mucho, pues México no es hoy un país mejor que otros donde no hubo revolución", consideró el escritor Héctor Aguilar Camín en el diario Milenio de este sábado.
Alrededor de la mitad de los 107 millones de mexicanos es pobre y, según los últimos datos oficiales de 2005, es analfabeta 8,4% de la población adulta, unos 5,7 millones de personas que viven en su mayoría en los estados con mayor población indígena.
"Es comprensible que los mexicanos pensemos más y casi exclusivamente en nuestros problemas", dijo Calderón, que calificó a la revolución como "la gran gesta de la era moderna" de México.
Pero el presidente aseguró que actualmente México es la 12ª economía del mundo, que 90 millones de personas tienen acceso a la seguridad social, todos los niños pueden ir a la escuela y se "han abatido significativamente" los niveles de pobreza extrema de la época revolucionaria.
Según una encuesta publicada este sábado en el diario El Universal, 52% de los consultados cree que México está peor que antes de la revolución y 96% que requiere de cambios profundos, que la inmensa mayoría se pronuncia por lograr de manera pacífica.