Metrodelegados: ¿sindicalistas o sobornistas?
La forma que utilizan los metrodelegados del subte para hacer un reclamo es amenazar a otros trabajadores con un paro. ¿Es la única salida?
* Por Lorena Lalín
@lorelalin
llalin@diarioveloz.com
Los sindicalistas del subterráneo de Buenos Aires denominados Metrodelegados nuevamente convocaron ayer a un paro por 48 horas en reclamo de paritarias salariales y mejoras laborales. Este reclamo, justo y legal, no es un reclamo cualquiera, ya que deja sin transporte público a casi más de un millón de personas. El problema no es el reclamo, el problema es la forma.
Queda en claro que nadie niega el derecho a un reclamo laboral, pero el paro y la suspensión del servicio termina afectando a usuarios que no tienen en su poder una solución concreta al mismo.
Cuando uno escucha a un delegado reclamar ante los medios, el mensaje es de amenaza: "si no hacen lo que pedimos los dejamos sin servicio". Y se asemeja a un reclamo infantil que un niño puede hacerle a su madre: "si no me comprás un chocolate, no me lavo los dientes".
Un adulto dialoga, escucha, discierne e intenta llegar a una solución, pero no imponiendo lo que desea sino intentando llegar a un acuerdo y cediendo ante las posibilidades del otro, de ese otro que también ofrece. Y entonces uno llega a un acuerdo de ambas partes.
¿Qué pasaría en el país si cada gremio que hace un reclamo paraliza su labor? ¿Si cada trabajador dejara su puesto por no lograr su objetivo? ¿Si los médicos no atendieran guardias, si los policías dejaran de custodiar, si los bomberos se negaran a apagar incendios, si los periodistas dejáramos de informar....?
La solución no es reclamar sin conciliar. Tanpoco la solución es no dar solución al problema. Pero pareciera que desde el sindicalismo el diálogo no está dentro de las posibilidades para solución el conflicto.
En el medio, rehenes, los usuarios. Y los trabajadores que jamás han salido a hablar por sí mismos, casi mostrando una nula posibilidad de dar un testimonio propio de su coincidencia o negativa a la medida gremial impuesta.
Vuelvo a repetir, el reclamo es válido, la forma no. El pedido debe hacerse ante las autoridades competentes, ante su empleador, y no tomar una actitud de no interés ante los usuarios, perjudicando sólo a otros trabajadores.
@lorelalin
llalin@diarioveloz.com
Los sindicalistas del subterráneo de Buenos Aires denominados Metrodelegados nuevamente convocaron ayer a un paro por 48 horas en reclamo de paritarias salariales y mejoras laborales. Este reclamo, justo y legal, no es un reclamo cualquiera, ya que deja sin transporte público a casi más de un millón de personas. El problema no es el reclamo, el problema es la forma.
Queda en claro que nadie niega el derecho a un reclamo laboral, pero el paro y la suspensión del servicio termina afectando a usuarios que no tienen en su poder una solución concreta al mismo.
Cuando uno escucha a un delegado reclamar ante los medios, el mensaje es de amenaza: "si no hacen lo que pedimos los dejamos sin servicio". Y se asemeja a un reclamo infantil que un niño puede hacerle a su madre: "si no me comprás un chocolate, no me lavo los dientes".
Un adulto dialoga, escucha, discierne e intenta llegar a una solución, pero no imponiendo lo que desea sino intentando llegar a un acuerdo y cediendo ante las posibilidades del otro, de ese otro que también ofrece. Y entonces uno llega a un acuerdo de ambas partes.
¿Qué pasaría en el país si cada gremio que hace un reclamo paraliza su labor? ¿Si cada trabajador dejara su puesto por no lograr su objetivo? ¿Si los médicos no atendieran guardias, si los policías dejaran de custodiar, si los bomberos se negaran a apagar incendios, si los periodistas dejáramos de informar....?
La solución no es reclamar sin conciliar. Tanpoco la solución es no dar solución al problema. Pero pareciera que desde el sindicalismo el diálogo no está dentro de las posibilidades para solución el conflicto.
En el medio, rehenes, los usuarios. Y los trabajadores que jamás han salido a hablar por sí mismos, casi mostrando una nula posibilidad de dar un testimonio propio de su coincidencia o negativa a la medida gremial impuesta.
Vuelvo a repetir, el reclamo es válido, la forma no. El pedido debe hacerse ante las autoridades competentes, ante su empleador, y no tomar una actitud de no interés ante los usuarios, perjudicando sólo a otros trabajadores.